Santo Domingo.- El presidente de la Unión Demócrata Cristiana (UDC), Luis Acosta Moreta (Luis el Gallo), consideró este martes que el gobierno debe tomar medidas para ampliar el desarrollo de la zona rural, en momentos en que los conuqueros y pequeños productores están en agonía económica.
Afirmó que el surgimiento en los últimos años de una poderosa agro-industria, trabajando con equipos sofisticados y recursos millonarios, ha obligado a muchos campesinos a vender sus tierras por cheles, y entonces pasar al rol de labriegos empleados del sector privado.
Luis el Gallo recordó que la política neo-liberal plantea el estrangulamiento de los conuqueros, y los parceleros de la reforma agraria, para de esa forma hacer florecer una potente agro-industria, que juegue con los precios en el mercado local, y lo mejor del campo lo exporte para cobrar en dólares.
Lamentó que la juventud campesina ya perdió la fe en la producción de la tierra, y prefiere comprar o alquilar un motor y dedicarse a transportar pasajeros, mientras que otros llegan a las grandes ciudades a engrosar la legión de marginados que viven en condiciones infrahumanas.
El presidente de la UDC aseguró que debido a la carencia de créditos, utilización del agua por métodos primitivos y falta de orientación, los viejos parceleros de la reforma agraria apenas si cosechan para comer, y vender el poco excedente a la orilla de las carreteras.
Luis el Gallo añadió que hace muchos años la sociedad dominicana dejó de ser mayoría rural, y ahora en las principales ciudades, Santo Domingo, Santiago y el área turística del Este, se aglutina la mayor parte de la población dominicana.
Propuso al gobierno que las mismas facilidades de los programas sociales que se desarrollan en las ciudades, deben llegar al campo, para que de esa manera los jóvenes no abandonen los predios, y sin escolaridad ni capital se lancen a un futuro incierto en las barriadas marginadas.
El destino del campesino dominicano no puede ser el pasar a un peón mal pago de las agro-industrias, sino que el gobierno tiene que seguir con una política de desarrollo económico para los pequeños predios, facilitándoles créditos y asesoría técnica.
Añadió que además conspira contra la subsistencia del área rural, que las agroindustrias sean las responsables por la llegada de miles de haitianos ilegales, que pasan a sustituir la mano de obra dominicana, trabajando por bajos salarios, viviendo en barracones y sin asistencia médica.