Santo Domingo.- El dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Guido Gómez Mazara, confirmó este domingo que competirá por la candidatura presidencial para representar al partido en el gobierno en las elecciones de mayo de 2024.
“Me voy a presentar, en el marco de la ley, oficialmente, a competir por la nominación presidencial del PRM”, expuso Gómez Mazara, porque en su opinión, la sociedad dominicana necesita políticos que diseñen políticas públicas para acercar “a los muchos que no tienen nada, a los pocos que lo tienen todo”.
Al ser entrevistado por Pablo McKinney en el programa televisivo “McKinney”, por Color Visión, canal 9, el dirigente del PRM manifestó que los partidos liberales se han movido hacia los sectores conservadores disputándose los votos y perdiendo nivel de legitimidad en los sectores democráticos.
Citó que el PLD de Leonel Fernández en el año 1996 “se hizo balaguerista y no condujo a los reformistas a hacerse peledeístas”, de la misma manera que el partido de José Francisco Peña Gómez fue conducido por Vargas Maldonado a la derecha y Danilo Medina, que era lo más pragmático conduciendo una organización política, marchó por igual camino.
Dijo que frente a quienes se derechizan, él prefiere reivindicar a Peña Gómez con mayor inclusión de la mujer, aportar soluciones a los más de 500,000 jóvenes que no trabajan ni estudian, entre otras acciones.
“Es importante construir una opción, hacia lo interno de un partido de corte popular, cercana a la gente”, agregó Gómez Mazara, porque “entre los aspirantes del PRM, quien más se parece al deseo de la dirección media y de la base del partido, el que puede enarbolar y reivindicar lo que pensaba Peña Gómez de la política, soy yo”.
No obstante, aclaró que formula críticas al gobierno y encuentra intolerancia, pero jamás actuará con un sentido sedicioso, porque tiene sentido de la historia, lo que se puede constatar por su respaldo al gobierno en la designación de la Procuradora Miriam Germán, el crecimiento de la economía, la apreciación del peso, la recompra de Refidomsa y el incremento de los subsidios a los sectores populares.
Razones de derrotas
Recordó las coyunturas en que “en el viejo partido” (el Revolucionario Dominicano (PRD) los hoy perremeístas fracasaron electoralmente, citando la derrota perredeístas de 1986 luego de la crisis de 1984 provocada por un acuerdo con el FMI que “empobreció a la base de nosotros”.
Igualmente, Gómez Mazara citó la crisis bancaria de 2003 durante el gobierno perredeísta de Hipólito Mejía, que las grandes masas respondieron “castigándonos electoralmente” y sacando al PRD del poder por 16 años.
Manifestó que es preocupante que en un país consolidado democráticamente, la mayoría de la gente opine que la democracia no les resuelve sus problemas, lo que consideró “caldo de cultivo para el bukelismo con características dominicanas”, en referencia al presidente salvadoreño Nayib Bukele, un disidente partidario que lleva un gobierno populista.
El dirigente del PRM indicó que en el país como en otros lugares del mundo, la gente se cansa de las gestiones políticas donde “la economía crece, pero ellos se empobrecen”.
Deploró que en República Dominicana el 70 por ciento de los presos son preventivos y una gran proporción ha cumplido su pena pero siguen encerrados, lo que aclaró, no es responsabilidad solo de este gobierno, pero es al que la gente le pasará factura.
“Entre marzo de 2021 a la fecha, los precios de los artículos (de consumo) básico se han incrementado en 22 por ciento. Es una economía que crece, pero el factor inflacionario casi lo duplica”, advirtió el aspirante presidencial del PRM.
A señalar cómo esa situación deteriora el nivel de vida de los sectores más pobres, Gómez Mazara dijo que según el Banco Central, en el quintil más pobre se necesitan 24,000 pesos mensuales para costear la canasta básica.
“Es la primera vez en los últimos 25 que el salario mínimo no alcanza para costear el 50 por ciento de la canasta básica”, expresó Gómez Mazara, quien considera un agravante que a la vez haya 800,000 ciudadanos en la economía informal.