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lunes 13 septiembre, 2021

FAO y universidad ISA firman alianza para enfrentar el cambio climático en RD


“Nuestro actual desafío es poder desarrollar una agricultura, que debe alimentar a muchas personas, pero hacerlo a través de una producción sostenible y resiliente, y ser capaces de transformar el sistema alimentario actual hacia uno más robusto, que resista los choques de la naturaleza, que sea incluyente y económicamente fuerte”, aseguró Rodrigo Castañeda, representante de la FAO.

Santiago.- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Universidad ISA, suscribieron este lunes una carta de acuerdo para el desarrollo de capacidades en la planificación de fincas resilientes al cambio climático y la elaboración de planes de negocio ganaderos asociativos.

Este convenio se ejecuta en apoyo a los proyectos “Promoviendo la gestión ganadera climáticamente inteligente en la República Dominicana (GANACLIMA-RD)” y “Fortalecimiento de la gobernanza y de la gestión integrada de recursos hídricos para incrementar la eficiencia en el uso del agua en la agricultura” que ejecuta la FAO en la cuenca del rio Yuna, y en la cuenca Yaque del Sur y subcuenca del rio Macasías, respectivamente.

El acuerdo fue suscrito por Rodrigo Castañeda Sepúlveda, representante de la FAO en República Dominicana y por Benito Ferreiras Rodríguez, rector de la Universidad ISA y tiene como objetivo general, el desarrollo de capacidades del servicio de extensión agropecuaria del Ministerio Agricultura y de organizaciones de productores ganaderos bovinos en la planificación de fincas resilientes, aplicación de buenas prácticas agrícolas y elaboración de planes de negocio asociativos para enfrentar el cambio climático en la República Dominicana.

“Nuestro actual desafío es poder desarrollar una agricultura, que debe alimentar a muchas personas, pero hacerlo a través de una producción sostenible y resiliente, y ser capaces de transformar el sistema alimentario actual hacia uno más robusto, que resista los choques de la naturaleza, que sea incluyente y económicamente fuerte”, aseguró Rodrigo Castañeda, representante de la FAO.

En tanto que Benito Ferreras, rector de la Universidad Isa, destacó la satisfacción de participar junto a la FAO en el desarrollo de estas iniciativas. “Uniendo nuestras voluntades, el esfuerzo y la capacidad técnica, podemos hacer una conjunción con mayores perspectivas para el desarrollo de sectores productivos como la agricultura y la ganadería”, indicó.

Durante el convenio, la Universidad ISA elaborará varios productos tales como un diagnóstico para determinar fortalezas y áreas de mejoras, en términos de capacidad institucional y de gestión de las organizacionales beneficiarias del proyecto GANACLIMA-RD.

De igual forma, un programa de capacitación a técnicos extensionistas del Ministerio de Agricultura y a agricultores y agricultoras familiares en la planificación de fincas resilientes y aplicación de buenas prácticas agrícolas, así como el desarrollo de planes de negocios para organizaciones beneficiarias que promuevan el enfoque de Ganadería Climáticamente Inteligente.

Barreras que limitan avances del sector agrícola y ganadero
“En la República Dominicana existen múltiples barreras que limitan el avance del sector agrícola en general y del subsector ganadero en particular para que se haga realidad una agricultura climáticamente inteligente, orientada a la gestión sostenible de los suelos, la protección de los recursos hídricos y la conservación de la biodiversidad”, explica el acuerdo en uno de sus acápites.

Entre estas limitaciones refiere la baja eficiencia en el uso del agua agrícola que determina niveles de escasez de agua dulce para todos los usos en el país, principalmente en zonas áridas, semiáridas y húmedas secas, tal como ocurre en territorios de la región Suroeste.

Mientras que en el sector ganadero existen barreras como falta de articulación y política integrada, incluyendo la perspectiva de mitigación del cambio climático y escasez de información para la planificación; así como capacidades limitadas de gestión de conocimientos al nivel institucional; limitadas capacidades técnicas y de gestión de los productores y limitado acceso a mercados y financiamiento para inversiones climáticamente inteligentes.