Santo Domingo.- El Ministerio de Educación (MINERD) busca “freír” libros de textos en cinco meses con una Unidad Editorial inexperta e improvisada que ha creado para sustituir a la industria editorial privada con una acreditación de 30 años de experiencia garantizando materiales educativos de calidad, así lo refirió el experto en derecho administrativo Boris de León.
Al respecto, de León alertó al presidente Luis Abinader en el sentido de que el MINERD gastará muchos millones de pesos más que en los años 2021-2022 para elaborar libros de texto por universidades y otras entidades que carecen de trayectoria en la materia.
El jurista, representante legal de la editora Casa Duarte se refirió al tema durante una entrevista en el programa “Esto no tiene nombre” por Roberto Cavada y Miralba Ruiz.
En tanto que, “el ministro Ángel Hernández ha declarado que pagará tres veces el costo de la industria privada para hacerse sus libros, aunque no ha publicado el monto de los contratos grado a grado que ha otorgado para esos fines”.
Resaltó que en Plan Operativo Anual del MINERD de este año se contemplan RD$2,400 millones para elaborar e imprimir libros, monto que es superior, con creces, a lo que se invirtió en 2021 y 2022 (RD$2,133 millones y RD$1,750 millones, respectivamente), por lo cual no habrá ahorro alguno.
A su juicio, alarma el hecho de que libros de textos aprobados y adquiridos el año pasado, para estudiantes de primaria y secundaria, no han sido entregados a los estudiantes y mientras los textos están en los almacenes de Educación, el ministro crea una Unidad Editorial para impulsar el proyecto Libro Abierto, basado en contratos sin abrir procedimientos de compra como dispone la Ley 340.
“Aquí no hay ninguna universidad, ninguna academia, que tenga experiencia haciendo libros para estudiantes de ciclos preuniversitarios; estamos improvisando con el 4% y haciendo un flaco servicio al presidente de la República”, manifestó De León, quien dijo que el mandatario debería llamar a capítulo al ministro de Educación.
Dijo que la intervención del gobernante se justifica porque en ningún plan estratégico del Ministerio de Educación está contemplado un proyecto como el denominado Libro Abierto, que expulsa de la actividad industrial a unas 25 editoras de las cuales 17 tienen 402 libros debidamente aprobados por el Consejo Nacional de Educación y que por más de 20 años han estado supliendo los libros.
Definió como inaudito y desaconsejado el período tan breve escogido por el Ministerio de Educación para desarrollar 105 libros nuevos con entidades que no cuentan con experiencia probada para esos fines.
“Cualquier persona experta en pedagogía sabe que hacer 105 libros en cinco meses no da buenos augurios sobre el resultado”, señaló.
“No se debe improvisar con la calidad de la educación, porque cómo es posible que siendo nosotros un país que está en los últimos lugares en los rankings internacionales adoptemos una política de esta naturaleza”, manifestó. Y agregó: “¿Por qué tanta velocidad? ¿Por qué tanta premura? Eso es algo que no se ha explicado al país”.