Santo Domingo.- Autoridades dominicanas allanaron este viernes el yate Flying Fox, que desde hace una semana se encuentra en el puerto de Santo Domingo.
El consultor jurídico del Poder Ejecutivo dominicano había confirmado que se investigaba el yate por parte del Ministerio Público y por una agencia gubernamental, y sin embargo no ofreció mayores detalles sobre las razones.
Hace justo ocho días que agentes de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés) estuvieron en el yate de lujo que es vinculado a un oligarca ruso.
Los agentes estadounidenses estuvieron acompañados de oficiales de diversos organismos dominicanos.
En ese sentido, las autoridades dominicanas confirmaron que llevan una investigación sobre presunto lavado de activos y tráfico de armas.
"La requisa se realiza bajo la autorización no. 0094-Marzo-2022, dictada por la Coordinación de los Juzgados de Instrucción del Distrito Nacional, en la tarde del 31 de marzo de este 2022", señalaron las autoridades dominicanas.
El Ministerio Público realizó la solicitud en virtud de una cooperación jurídica formal que realizó Estados Unidos de Norteamérica, en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra la criminalidad y el delito, suscritos por República Dominicana.
La orden recoge que el Ministerio Público solicita practicar la requisa en virtud de que Estados Unidos tiene abierta una investigación en contra de varios objetivos dedicados al lavado de activos a escala internacional.
Petición de EE.UU.
La entidad, que no precisa el nombre del propietario de la embarcación, indicó que pidió la orden para ingresar "en virtud de una cooperación jurídica formal" hecha por Estados Unidos y "en virtud de los acuerdos internacionales de lucha contra la criminalidad y el delito" firmados por el país.
Según la nota, Estados Unidos "tiene abierta una investigación en contra de varios objetivos dedicados al lavado de activos a escala internacional".
El barco, uno de los yates de recreo más lujosos del mundo, pertenece al empresario ruso Dmitri Kamenshchik, propietario del aeropuerto Domodedovo de Moscú, según la revista Forbes.
El pasado 25 de marzo, agentes de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI, por sus siglas en inglés) visitaron el yate, que está anclado en el puerto de Santo Domingo desde el 21 de ese mes.
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