Washington.- Hyundai llamó a revisión alrededor de 100.000 vehículos de los modelos Sonata 2011-2014 y Santa Fe Sport 2013-2014 que ya habían sido reparados con antelación por un posible problema en la instalación de la línea de alimentación de combustible.
Los motores de los vehículos afectados ya habían sustituidos por Hyundai como parte de dos llamadas a revisión en 2015 y 2017, que afectaron un total de 1 millón de automóviles para solucionar un defecto que causaba la parada del motor.
Hyundai afirmó que la compañía revisará los 100.000 vehículos afectados para "asegurar la instalación apropiada de la línea de alimentación de combustible a la bomba de alta presión".
El fabricante surcoreano afirmó que durante la previa sustitución del motor, la línea de combustible "puede haber sido dañada, mal alineada o ajustada de forma inapropiada", lo que puede provocar la pérdida de combustible.
Hyundai dijo en un comunicado que no tiene información de incendios provocados por el problema.
La compañía también dijo que ha desarrollado una nueva tecnología para vigilar el estado del motor y detectar "síntomas que pueden preceder al fallo del motor".
Hyundai instalará el nuevo sistema, a través de una actualización del software, en unos 2 millones de vehículos en Estados Unidos.