Santiago.- En medio de llano, música y con el clamor de justicia, amigos y familiares sepultaron este jueves los restos del exteniente de la Policía Fernando de los Santos (la Soga), muerto a tiros por desconocido la mañana del miércoles en Santiago.
En el sepelio no se respetó el distanciamiento físico requerido para evitar la propagación del coronavirus y algunos de los presentes no portaron mascarillas.
Agentes policiales custodiaron el féretro desde la casa hasta el cementerio San Bartolo de la comunidad Gurabo.
El cadáver fue entregado anoche a sus familiares y fue velado en su residencia a pocos metros de donde fue asesinado.
Sobre el féretro fuer colocado un gallo, costumbre muy arraigada de las personas aficionadas a ese deporte.
En el sepelio estuvieron dos hijos de sus hijos y su esposa, quienes reclamaban justicia.
Lo definieron como un buen padre, responsable, que le dedicaba el mayor tiempo posible.
La Policía
La Policía investiga el asesinato y dice que tiene pistas, entre ellos los videos de las cámaras de seguridad del entorno a la vivienda del exoficial, a quien se le atribuyen múltiples muertes extrajudiciales.