Monte Arafat, Arabia Saudí.- Más de dos millones de musulmanes se congregaron el sábado en la colina sagrada del Monte Arafat para un intenso día de oración y reflexión en lo que se considera el clímax de la peregrinación islámica del haj.
Muchos lloraban mientras levantaban las manos en señal de adoración en las laderas de la colina rocosa donde, según la tradición, hace 1.400 años el profeta Mahoma ofreció su último sermón, en el que pidió igualdad y unidad entre los musulmanes. Muchos iniciaron su camino antes del amanecer del sábado, para llegar al monte.
La segunda jornada del haj, una de las mayores concentraciones religiosas del mundo, suele ser la más memorable para los peregrinos. Hombro con hombro, fieles llegados de todo el mundo buscan misericordia, bendiciones, abundancia y buena salud de parte de Dios.
Este año, más de 1,8 millones de personas de más de 160 países vinieron a Arabia Saudí para el haj, según funcionarios saudíes. Unos 20.000 son ciudadanos y residentes de Estados Unidos.
Alrededor de 200.000 peregrinos adicionales son residentes o ciudadanos saudíes.
La peregrinación de cinco días es obligatoria para todos los musulmanes una vez en la vida, si son capaces económica y físicamente de hacerla. Debido a que el calendario islámico es lunar, varía la época del año en la que se celebra el haj. Cuando coincide con los meses calurosos de verano, las temperaturas pueden elevarse a más de 38 grados centígrados (100 F).
La mayoría de los peregrinos también ahorran dinero durante años para pagar el viaje, que los lleva a los lugares más sagrados del Islam para realizar una serie de rituales que datan de miles de años.
Aunque siguen la ruta que se supone que recorrió alguna vez el profeta Mahoma, los ritos del haj de los musulmanes se remontan a los profetas Ibrahim e Ismail, o Abraham e Ismael, como los nombra la Biblia.
El peregrino más anciano de este año es la tailandesa Noah Lanai, de 103 años, según los medios de comunicación estatales saudíes. La mujer llegó al haj con su hijo y fue citada en los medios de comunicación locales diciendo que había soñado durante mucho tiempo con realizar el haj y orar en La Meca.
Los musulmanes creen que el haj es una oportunidad de expiación y para borrar los pecados pasados. También es una oportunidad para orar por la unidad y la paz entre los musulmanes mientras los conflictos se agravan en Siria, Yemen y Libia, y las minorías musulmanas enfrentan amenazas en todo el mundo.