Shenzhen, China.- No es la opción que quieren, pero hoy en día Huawei asegura que si países o empresas le dan la espalda es capaz de sobrevivir fuera de la cadena global, ya que previó una crisis cuya solución, asegura, no está en sus manos.
Por eso, la tecnológica china, fundada en 1987 por Ren Zhengfei (cuya hija se enfrenta a un proceso judicial en Canadá), no considera que esté atravesando una crisis, sino problemas previstos que se enmarcan en el enfrentamiento entre China y Estados Unidos.
En una entrevista con Efe tras la visita a varias de las instalaciones de la compañía en la ciudad de Shenzhen (sureste del país), el subdirector de relaciones internacionales con la prensa, Joe Kelly, hace balance sobre los complicados seis meses en los que su teléfono no ha parado de sonar.
Pregunta: En los últimos meses, ¿han cambiado la política de comunicación hacia una mayor apertura?
Respuesta: No, desde que estoy en esta empresa hemos sido bastante abiertos. Creo que lo que ha cambiado es la naturaleza de la historia. Para el periodista, es más interesante, por lo que estamos recibiendo a más medios y hablando con más periodistas.
P: ¿Cómo le está afectando a la compañía esta crisis?
R: Creo que tenemos algunos problemas importantes, pero dentro de la empresa no sentimos que tengamos una crisis. Anticipamos muchas de las acciones que el Gobierno de EEUU iba a tomar contra nosotros hace años, por lo que nos habíamos preparado.
P: ¿Se refiere al nuevo sistema operativo del que tanto se habló tras el veto de Google?
R: El año pasado Huawei compró por adelantado componentes de tecnología por valor de 70.000 millones de dólares. Nos sentimos cómodos con la cadena de suministro global tal y como está, pero sabíamos que existía un desafío, un riesgo a acciones en nuestra contra, por lo que decidimos diversificar nuestra cadena de suministro global. Así, en la actualidad, Huawei no depende de ninguna compañía o país para la disponibilidad de tecnología.
P: ¿Podría darnos más detalles del estado actual del sistema operativo?
R: Es muy temprano para hablar demasiado de eso. El sistema operativo alternativo es el plan B, pero preferimos ir con el plan A, apostar por la cadena de suministro global, porque funciona muy bien. Históricamente ha habido una industria tecnológica basada en los mercados nacionales que construyen tecnología nacional y esto es ineficiente y costoso. La industria global es la respuesta correcta, la más eficiente y barata.
P: Pero, insisto, ¿Huawei tendría la posibilidad de acabar con el duopolio Apple/Google?
R: Tenemos un sistema operativo alternativo, sí, pero Android es una plataforma extraordinaria utilizada por el 80 % de los teléfonos. El mercado funciona bien así. Si necesitamos introducir una tercera opción, tenemos la capacidad de hacerlo, pero nos sentimos cómodos con la forma en que están las cosas.
P: Comienzan a surgir los primeros datos numéricos del daño que causará a la marca la situación, unos 30.000 millones de dólares menos en ventas, ¿cómo va a afectar realmente lo sucedido?
R: Hace un mes firmamos 42 contratos comerciales de 5G en todo el mundo; hoy son 46. Todavía estamos enviando, fabricando, vendiendo, tenemos mucho apoyo de nuestros clientes, de nuestra cadena de suministro, de nuestros socios, incluso de funcionarios de gobiernos de todo el mundo, ya que operamos en 170 países. Tenemos un gran desafío con el Gobierno de Estados Unidos, no con los proveedores estadounidenses, no con el pueblo estadounidense. Reconocemos que esto está sucediendo dentro de un contexto geopolítico. Claramente hay problemas, pero algunos de nuestros problemas tal vez están más allá de nuestro control inmediato. Somos una empresa de ingenieros, de empresarios, no una compañía de políticos.
P: Huawei asegura que el Gobierno chino no tiene injerencia en la compañía, pero el Ejecutivo ha dicho que no firmará un acuerdo de fin a la guerra comercial si no se resuelven los conflictos con Huawei, ¿cómo encajan estas dos situaciones?
R: Los gobiernos tienen la misión de apoyar a sus organizaciones, a su gente, así que no creo que haya nada inusual en eso. Huawei es una compañía de propiedad privada, no somos propiedad del Estado, no tenemos relaciones diferentes con el Gobierno chino que las que tenemos con otros gobiernos del mundo.
P: Dentro de las causas de los ataques de EEUU siempre sale a relucir el 5G, ¿creen ustedes que este es el motivo?
R: Es muy difícil explicar por qué Estados Unidos ataca a nuestra empresa, hay que preguntarles a ellos. Huawei comenzó a investigar y desarrollar el 5G hace diez años, comenzamos primero e invertimos más (...). Si hablas con muchas de las compañías telefónicas, creen que Huawei está entre 18 y 24 meses por delante de la competencia.
P: ¿Y cómo encajan las críticas a la falta de seguridad de sus productos?
R: Un tercio de la población mundial utiliza la tecnología de Huawei. Algunos lo saben porque tienen dispositivos en sus manos, pero la mayoría no sabe que cuando se conecta a internet, hace una llamada o ve un vídeo, los datos pasarán por equipos de Huawei. Si estuviéramos haciendo algo para poner en peligro la seguridad de sus datos no estaríamos en el negocio, habría pruebas disponibles, y hasta ahora no ha habido ninguna.