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viernes 31 julio, 2020

¿Los protectores faciales son mejores que las mascarillas para protegerse de la COVID-19?

¿Los protectores faciales son mejores que las mascarillas para protegerse de la COVID-19?
Un protector facial adecuado debe extenderse más abajo de la barbilla, cubrir ambos lados de la cabeza y llegar hasta las orejas. No debe haber espacio entre el protector y la frente.

Redacción.- A medida que la pandemia de coronavirus sigue su curso, buscamos formas de protegernos y proteger a los demás de la infección.

Aunque ahora las mascarillas de tela son omnipresentes en muchas partes del país, los protectores faciales de plástico transparente han tardado más en llegar al público.

El uso de este equipo es más común en los entornos de atención médica, encima de una mascarilla quirúrgica o N-95. Pero parece que el interés está creciendo: los datos de Google Trends muestran un gran aumento en las búsquedas del término “protectores faciales” en los últimos dos meses.

Esa nueva curiosidad sobre los protectores faciales ha generado dudas sobre su eficacia para protegernos de la COVID-19.

Ante todo, es importante saber que el nuevo coronavirus se propaga fundamentalmente a través de las gotas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla.

La transmisión ocurre principalmente durante el contacto cercano de persona a persona y, con menos frecuencia, a través del contacto con superficies contaminadas.

Ahora algunos expertos dicen que también puede transmitirse a través de aerosoles o partículas microscópicas que pueden permanecer en el aire mucho más tiempo que las gotas más grandes y pesadas.

En la actualidad, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades no recomiendan usar protectores faciales para las actividades cotidianas o como sustituto de las mascarillas de tela.

Mujer muestra una mascarilla protectora del COVID-19.

Mujer muestra una mascarilla protectora del COVID-19.

Sin embargo, algunos expertos, como Eli Perencevich, profesor de medicina interna y epidemiología en la Facultad de Medicina Carver de la Universidad de Iowa, creen que los protectores faciales podrían ser más eficaces que las mascarillas de tela en el entorno comunitario.

En un artículo de opinión publicado en abril en la Journal of the American Medical Association, Perencevich como coautor y sus colegas citaron un estudio de 2014 del Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) que analizó el nivel de eficacia de los protectores faciales en una situación simulada de los sanitarios contra la influenza, un virus respiratorio diferente.

Descubrieron que el protector facial redujo la exposición viral inmediata a la influenza en un 92 % cuando se usaba a 1,8 metros de la tos.

Sin embargo, no existen estudios que examinen la eficacia de los protectores faciales en otras personas para protegerlas de las gotitas respiratorias de un usuario infectado, esa es la razón principal por la que los CDC recomiendan el uso de mascarillas en público.

“No contamos con una investigación que diga que los protectores faciales protegen a quienes nos rodean, en caso de que estemos enfermos”, le dijo a la revista Self Saskia Popescu, epidemióloga de prevención de infecciones en la Universidad George Mason.

Los protectores faciales pueden brindar algunos beneficios.

Aunque los estudios sobre la eficacia de los protectores faciales son limitados, pueden tener algunas ventajas sobre las mascarillas de tela.

Protegen los ojos, además de la nariz y la boca.

La mascarilla cubre la parte inferior de la cara, pero deja los ojos expuestos.

Con un protector facial “también logramos cubrirnos los ojos, otra membrana mucosa que puede actuar como un portal de entrada para el virus”, le dijo al HuffPost Erin Sorrell, profesora asistente de investigación en el departamento de microbiología e inmunología de la Universidad de Georgetown.

“Sin embargo, es necesario investigar para cuantificar el riesgo de la vía de exposición ocular”.

Un protector facial adecuado debe extenderse más abajo de la barbilla, cubrir ambos lados de la cabeza y llegar hasta las orejas. No debe haber espacio entre el protector y la frente.

Permiten ver la boca y otras expresiones faciales de las personas.

Cuando interactuamos con los demás, todos dependemos de la comunicación no verbal, como las expresiones faciales. Sin embargo, la capacidad para leer los labios es particularmente importante para las personas que tienen dificultades auditivas.

Krutika Kuppalli, doctora especializada en enfermedades infecciosas y vicepresidenta del Comité de Salud Global en la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América, tuvo una lesión en el oído hace un par de años que afectó su audición.

Reconoció que en ocasiones trabajar en entornos donde es necesario llevar mascarillas puede llegar a ser desafío.

“Cuando las personas usan mascarillas pierdes la capacidad para leer verbalmente las bocas y las señales faciales que emiten cuando están hablando”, dijo. “Esa pérdida puede dificultar mucho la comunicación”.  Son más fáciles de limpiar y reutilizar con seguridad.

Los revestimientos faciales desechables, como las mascarillas quirúrgicas, deben desecharse después de su uso.

Las mascarillas reutilizables se pueden volver a usar, pero deben lavarse, preferentemente en lavadora, y secar después de cada uso, un procedimiento que lleva tiempo.

“Los protectores faciales se pueden reutilizar indefinidamente y se limpian con facilidad usando agua y jabón u otros desinfectantes domésticos”, apuntó Kuppalli.

Pueden ser más cómodos de usar, lo que hace que sea menos probable que te toques la cara.

“Las personas que usan las mascarillas de tela hechas en casa se tocan la cara constantemente para ajustarlas y sabemos que tocarte la cara es un hábito que conduce al contagio”, le dijo a NBC News Amesh Adalja, investigador principal del Centro de Seguridad de la Salud de la Universidad Johns Hopkins. “Cuando usas un protector, es menos probable que te toques la cara”.

Los protectores faciales también pueden ser una opción más cómoda para las personas que usan gafas o que tienen dificultades para respirar cuando usan una mascarilla, agregó Sorrell. Además, subir y bajar la mascarilla sin lavarse las manos primero puede provocar contaminación.

“Cuando el protector facial se usa adecuadamente es más eficaz que una mascarilla que te quitas cuando hablas o que usas debajo de la nariz o alrededor del cuello”, apuntó Sorrell. “Si no vas a usar la mascarilla o no te la pones correctamente, no estarás protegido ni protegerás a los demás”.

Pero también tienen limitaciones y desventajas

A diferencia de las mascarillas, que “proporcionan un sellado más ajustado a la cara del usuario”, los protectores faciales están abiertos en los lados y en la parte inferior de la cara, lo que puede permitir que entren y salgan partículas, según Sorrell.

“Existen muchos escenarios a imaginar en los que las gotas pueden rodear un protector facial, como cuando miras hacia los lados o si yo estoy detrás de ti, o si estás sentado en un escritorio y yo estoy de pie”, le dijo a The New York Times William Lindsley, el bioingeniero de NIOSH que realizó el estudio sobre la influenza.

Esa es la razón por la cual algunos funcionarios de salud pública recomiendan colocar un paño en la parte inferior del protector facial para mejorar la barrera, explicó Sorrell.

Aunque un protector facial puede ser eficaz para bloquear las partículas virales más grandes, Lindsley dijo que las mascarillas quirúrgicas o de tela ofrecen más protección contra las partículas más pequeñas.

“Un protector facial es bueno contra las partículas realmente grandes que puedes ver”, dijo a NBC News.

“Pero a medida que las partículas se vuelven cada vez más pequeñas, es más fácil que rodeen el protector y termines inhalándolas”.

Hasta que investiguemos más, la mejor opción es usar una mascarilla.

“No tenemos suficientes datos a gran escala para demostrar la verdadera eficacia de los protectores faciales contra la COVID-19 en comparación con las mascarillas”, aseguró Sorrell.

Por ahora, si vas a usar un protector facial, debes hacerlo con una mascarilla, no es un sustituto.

Sin embargo, “la persona promedio que use una mascarilla correctamente y mantenga la distancia social no necesita la capa adicional que aporta un protector facial”, señaló Sorrell.

Y, por supuesto, cualquier equipo de protección se debe usar junto con otras medidas de seguridad, como el distanciamiento físico y el lavado de manos frecuente, no para reemplazar esas precauciones.

 

 

 

 

Por La Redacción
Fuente:Kelsey Borresen
HuffPost Global