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lunes 11 abril, 2022

¿Cómo afectan los problemas del sueño al corazón?

El estudio prospectivo incluyó a 1.068 pacientes consecutivos una media de 16 meses después de un ataque al corazón y/o un procedimiento para abrir las arterias obstruidas (implantación de un stent o cirugía de bypass). Al inicio del estudio se recogieron datos sobre el insomnio, los factores de riesgo de repetición de episodios cardíacos y las enfermedades coexistentes.

Madrid.- Casi la mitad de los pacientes con enfermedades cardíacas tienen insomnio, según una investigación presentada en ESC Preventive Cardiology 2022, un congreso científico de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC), y publicada en la revista 'SLEEP Advances'.

"Los problemas de sueño están relacionados con problemas de salud mental, pero nuestro estudio descubrió que el insomnio seguía estando significativamente asociado a los eventos cardíacos incluso después de tener en cuenta los síntomas de ansiedad y depresión --señala el autor principal Lars Frojd, estudiante de medicina de la Universidad de Oslo (Noruega)--. Los hallazgos sugieren que los pacientes cardíacos deberían ser evaluados para detectar el insomnio y ofrecerles un tratamiento adecuado".

El estudio prospectivo incluyó a 1.068 pacientes consecutivos una media de 16 meses después de un ataque al corazón y/o un procedimiento para abrir las arterias obstruidas (implantación de un stent o cirugía de bypass). Al inicio del estudio se recogieron datos sobre el insomnio, los factores de riesgo de repetición de episodios cardíacos y las enfermedades coexistentes.

Los participantes rellenaron el cuestionario de la Escala de Insomnio de Bergen, que se basa en los criterios de diagnóstico del insomnio. Seis preguntas se refieren a la capacidad de conciliar y mantener el sueño, a despertarse prematuramente, a sentirse inadecuadamente descansado, al cansancio durante el día que afecta a la capacidad de funcionar en el trabajo o socialmente, y a estar insatisfecho con el sueño.

Los factores de riesgo eran la proteína C reactiva (un marcador de inflamación), el hábito de fumar, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), la diabetes, la actividad física, el perímetro de la cintura y la presión arterial sistólica. Las enfermedades coexistentes eran el ictus, el accidente isquémico transitorio, la arteriopatía periférica y la insuficiencia renal.

Se realizó un seguimiento de los pacientes en relación con el criterio de valoración primario compuesto de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE), definidos como muerte cardiovascular, hospitalización por infarto de miocardio, revascularización, accidente cerebrovascular o insuficiencia cardíaca. Los datos de los resultados se obtuvieron de los registros hospitalarios.

Aproximadamente uno de cada cinco participantes (21%) eran mujeres. Al inicio del estudio, la edad media de los pacientes era de 62 años, casi la mitad (45%) tenía insomnio y el 24% había utilizado medicación para dormir en la última semana. Durante un seguimiento medio de 4,2 años, se produjeron un total de 364 MACE en 225 pacientes.

En comparación con los pacientes sin insomnio, el riesgo relativo de MACE recurrentes en los pacientes con insomnio fue de 1,62 tras ajustar por edad y sexo, de 1,49 tras ajustar adicionalmente por factores de riesgo coronario y de 1,48 tras ajustar también por enfermedades coexistentes. La asociación entre el insomnio y los MACE recurrentes siguió siendo significativa cuando se ajustaron también los síntomas de ansiedad y depresión, con un riesgo relativo de 1,41.

El insomnio representó el 16% de los MACE recurrentes en los análisis de la fracción de riesgo atribuible, siendo el tercero en importancia después del tabaquismo (27%) y la baja actividad física (21%). Ford explica que "esto significa que el 16% de los eventos cardiovasculares adversos mayores recurrentes podrían haberse evitado si ninguno de los participantes tuviera insomnio".

"Nuestro estudio indica que el insomnio es frecuente en los pacientes con enfermedades cardíacas y está relacionado con problemas cardiovasculares posteriores, independientemente de los factores de riesgo, las enfermedades coexistentes y los síntomas de salud mental --subraya--. Es necesario seguir investigando para examinar si los tratamientos del insomnio, como la terapia cognitivo-conductual y las aplicaciones digitales, son eficaces en este grupo de pacientes".

 

 

 

 

Por La Redacción
Fuente: Europa Press