Santo Domingo.- El Director General del Programa de Medicamentos Esenciales/Central de Apoyo Logístico (Promese/Cal), Antonio Peña Mirabal, informó que un promedio de 150 mil personas van diariamente a las farmacias del pueblo a comprar medicamentos.
Peña Mirabal dijo que la gente no sabe de ese trabajo tan arduo que realiza Promese/Cal, porque se cree que solo se trata de las “Farmacias del Pueblo”.
“Este proyecto tiene un impacto enorme en la población vulnerable, porque además de adquirir medicamentos de calidad, los adquiere a un costo muy accesible, encontrando así, una economía en los bolsillos”, expresó.
El funcionario expresó que la semana pasada fue entregada la “Farmacia del Pueblo” número 521, cuya misión no es solo entregar farmacias, sino abastecer de medicamentos e insumos médicos mensualmente a toda la red pública hospitalaria.
Explicó que uno de los asuntos que asumió inmediatamente fue mudar las instalaciones administrativas, que estaban ubicadas en una plaza comercial al lado de un mercado público, donde no había condiciones para una institución que maneja medicamentos.
“Nos enteramos de que Promese tiene un edificio en la Ciudad de la Salud, en Villa Mella, y fue así que nos mudamos a ese local en enero 2017, que significó un ahorro mensual para la entidad que pagaba alrededor de un millón de pesos de alquiler, con lo que luego se pudo realizar un aumento salarial”, precisó Peña Mirabal durante una entrevista en el programa “El Tribunal de la Tarde”.
Dijo que ahora las Farmacias del Pueblo cuentan con tecnología y automatización, mediante una plataforma o software para registrar las operaciones en cada farmacia, para inventario y transacciones, interconectadas con la sede central.
Suplidores
Además Peña Mirabal manifestó que para garantizar la calidad de los medicamentos se depuran a los suplidores, porque “no todo el que quiera vender medicamentos a Promese/Cal puede hacerlo”.
Indicó que cada suplidor tiene que llenar una serie de requisitos, entre estos buscar en Salud Publica un registro sanitario que garantiza que el medicamento sea o no de calidad.
Agregó que para traer el producto de otro país se debe tener un certificado de las autoridades sanitarias del país de origen, que confirme que ese producto es libre de venta, además, de que debe pasar por un proceso de licitación, documentación legal y financiera.
“Cuando el oferente gana la licitación, antes de enviar los medicamentos a los hospitales o a las farmacias del pueblo, toman una muestra del lote, basada en una tabla de muestra mundial para su evaluación, la envían al laboratorio nacional Doctor Defilló, y es ahí donde se determina que el producto cuenta con sus propiedades”, precisó.
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