Inicio de clases

Parece imposible que el año lectivo 2020-21 comience de manera presencial, como estaba previsto, el lunes 24 de agosto.

Parece poco probable que pueda empezar de manera no presencial en la misma fecha, esto es, una semana después de la toma de posesión de las nuevas autoridades.

Es evidente que la fecha de inicio carece de la importancia que tenía en otros años por efecto de la pandemia.

El objetivo actual debe ser cómo salvar el año escolar, con el mínimo riesgo para la salud de los estudiantes y el personal docente y administrativo de las escuelas.

Las nuevas autoridades en el Ministerio de Educación tendrán que hilar fino para diseñar un salvamento que preserve la salud de todos y que, al mismo tiempo, permita que los contenidos del currículum lleguen a todos los estudiantes.

En esto, la prisa es mala consejera y se necesitará la colaboración de buena fe del sindicato de maestros, de los suplidores de alimentos y de los padres.

El dilema es claro: salvar el año sin perjudicar la salud de los niños.