Fuerza Boschista pide CC frenar confrontaciones entre dirigentes y cree debe primar unidad

Santo Domingo.- La Fuerza Boschista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), pidió al presidente del partido Leonel Fernández y al Secretario General Reinaldo Pared Pérez, como máximas autoridades de la organización, llamarle la atención a los compañeros que protagonizan confrontaciones y que utilizan los medios y las redes sociales para hacer descalificaciones de los demás, acciones que amenazan la unidad del partido.

La entidad que es coordinada por Luis de León, exhortó a los miembros de Comité Político a poner en práctica las enseñanzas boschista y a entender que es peligroso cuando en los procesos no hay árbitros. Por lo cual se hace necesario que haya una dirigencia que asuma el compromiso de promover la unidad, la tolerancia, el amor y la paz entre compañeros como condición para procurar que se preserve por encima de todo, el partido, y que en consecuencia se garantice el triunfo en los tres niveles en las elecciones del 2020.

Afirmaron que la dirección del partido debe propiciar un encuentro y un dialogo lo más pronto posible entre el presidente Medina y Fernández para llevar tranquilidad al partido y al pueblo, porque esta situación de incertidumbre y de diferencia de criterio de los dos líderes fundamentales del PLD está creando preocupación en los sectores productivos del país, lo cual puede general desconfianza y eso es peligroso para la estabilidad macroeconómica de una nación.

Luis de León, miembro del Comité Central peledeísta, recordó a los dos liderazgos y a la alta dirigencia del PLD, que la unidad es la que le ha dado todos los triunfos que ha tenido el partido, por lo cual no se puede permitir que se lleve a cabo el plan que tienen sectores nacionales e internacionales de confrontar a sus dos lides máximos para provocar una división, porque es la única oportunidad que tienen para sacar al PLD del poder.

La Fuerza Boschista sostuvo que cuando en una organización los intereses particulares y de grupos están por encima de los del partido y se evitan las confrontaciones, sucede lo que sucedió en el partido de los trabajadores de Brasil, que los enfrentamientos internos debilitaron tanto a los dos líderes del partido, Lula Da Silva y Dilma Rousseff, que pasaron de ser los principales activos políticos de ese país a lo que toda Latinoamérica conoce.