"El Chapo está perdiendo la memoria y se está volviendo paranoico", afirma su abogado

Redacción.- Las cuatro paredes que custodian a Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera esconden los secretos de la vida en prisión del narco sinaolense. El eco de su tortuoso silencio resuena en la mente del convicto mientras su mirada cabalga solitaria, perdida en un sinfín de pensamientos en bucle. Como su caminar a lo largo y ancho de la monotonía. Lo hace de un lado a otro de su minúsculo habitáculo.

A veces se frena, se sienta en su cama y tras unos minutos vuelve a empezar su rutina. Otras veces se tumba. Su cabeza ya no es la que era, o al menos eso es lo que dice su abogado, Eduardo Balarezo, la única persona autorizada para tener contacto con él desde que se hizo cargo de su defensa en septiembre.

“El Chapo está mal, no está incapacitado, pero está perdiendo la memoria y está poniéndose paranoico. Repite mucho las cosas y se le olvida todo enseguida. A veces hablamos algo y a los 15 minutos se le ha olvidado. Eso afecta a la manera de trabajar porque tenemos un cliente que no sabe decir si paso algo, cómo fue o cuándo pasó”, afirmó el letrado a El País, donde explicó cómo vive el que fuera capo del Cártel de Sinaloa.

El olor a cloaca debe ser inevitable. Según el relato del abogado, ‘El Chapo’ tiene el retrete a unos pocos pasos de su cama, y a otros pocos más, la ducha. El espacio es reducido y diáfano.

No entra la luz del sol por ningún lado y una bombilla encendida ilumina su celda durante 24 horas al día. Sin tregua. Sin que esa lumbre cese de intensidad en ningún momento. La noche y el día no existen para un acusado aislado del resto de los reclusos. Ahora le toca a él ser la víctima del sistema penitenciario estadounidense, de sus métodos.

Las autoridades aún se frotan las manos tras su extradición hace casi un año -el 19 de enero de 2017 – después de ser recapturado el 8 de enero de 2016. Ya no es la ley del narco la que impera en su día a día. Para muchos, el sinaolense merece estar en esas condiciones tras un reguero de secuestros, extorsiones y asesinatos. Tras unas acusaciones por narcotráfico y lavado de dinero.

Pero para Balarezo, el trato a ‘El Chapo’ es una injusticia, además de una manera de entorpecer una defensa en la que además de tener que analizar miles folios, encuentra muy difícil conseguir testigos. El modus operandi del letrado está siendo muy distinto a lo que acostumbra, a pesar de haber defendido a otros acusados como Alfredo Beltrán Leyva y el chino, Zhenli Ye Gon.

“Normalmente, mis clientes me dicen las personas a las que puedo recurrir para conseguir pruebas o testimonios, pero en este caso lo tengo prohibido. En el mes de diciembre las dos hijas de ‘El Chapo’ Guzmán, de seis años, fueron a ver su padre. En mitad de la conversación les dijo: ‘Salúdame a tu mama de mi parte’…”. Dos guardias de seguridad cortaron de raíz la conversación y, según la publicación española, recordaron al acusado que tiene terminantemente prohibido el enviar cualquier tipo de mensaje al exterior. Su esposa no puede viajar a EEUU porque tiene vetada la entrada al país.

La defensa de ‘El Chapo’ trabaja intensamente de cara al juicio previsto para abril, sin embargo, su pretensión es la de posponerlo hasta septiembre por no tener tiempo suficiente. Hasta el momento hubo cero concesiones al cliente de Balarezo.

“No solo se trata de las condiciones a las que lo tienen a él sometido sino bajo las que tenemos que trabajar nosotros”, expresó el letrado. “Estamos dos personas apretadas en una sala de 1’5 x 1’5 metros, no hay una mesa para poner documentos, escribir o poner la computadora. Es ridículo. Tengo que tener la tableta en las piernas para poder anotar algo y verlo por una reja y una ventanilla. Intentamos hablar bien bajo para que no escuchen todo los policías”, confesó a El Pais.

El argumento del Gobierno de EEUU es que el trato es el adecuado para un recluso que logró escapar de prisión en dos ocasiones de cárceles de alta seguridad mexicanas usando sobornos, mensajes con códigos e incluso pudiendo manejar el Cártel de Sinaloa desde prisión.

Esta rigidez del sistema afecta, según Balarezo, a la defensa, ya que además de tener que ordenar 300,000 folios y miles de vídeos que se usarán en contra de ‘El Chapo’, él no sabe usar ordenadores ni entiende inglés, algo que dificulta todavía más su trabajo.

A pesar de las dificultades, el letrado afirmó al diario que su relación con ‘El Chapo’ es buena.

“Se nota que es una persona lista, no tiene educación formal, pero es inteligente, aunque no sé si brillante. Tiene buen humor y a veces nos reímos”, agregó.

También, que a pesar de sus achaques de memoria y momentos paranoicos, el recluso es consciente de la situación en la que se encuentra. Con 63 años de edad es prácticamente imposible que logre evitar una cadena perpetua y Balarezo lo sabe.

“Con que se demuestre uno solo de sus cargos en contra por asesinato, secuestro, lavado de dinero extorsión… recibiría más de 30 años en prisión”, apuntó el abogado en una entrevista en Telemundo emitida en octubre.

A pesar de las pocas posibilidades de éxito, ‘El Chapo’ se declaró inocente de todos esos cargos, así como de ser el líder del Cártel de Sinaloa.

Y el letrado insiste que van a por todas: “O todo, o nada”.

 

Por La Redacción
Fuente: Zalen Gades
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