Santo Domingo. - La temporada ciclónica en el Atlántico y el Caribe central inició este año con un retraso inusual e histórico, aunque registró numerosos sistemas que no tuvieron impacto directo, especialmente sobre la República Dominicana.
Así lo evalúa el meteorólogo, Francisco Holguín, CEO de Clima y Tiempo Atmosférico, quien adujo que no fue hasta el 23 de junio cuando se formó la primera tormenta nombrada (Andrea), registrándose así el inicio más tardío desde 2014 en la región.
“Con este sistema comenzó una serie de fenómenos que, aunque en su mayoría permanecieron alejados de tierra firme, mantuvieron la atención de los servicios meteorológicos de la región, incluida la República Dominicana”, señaló.
Indicó que días después surgió Barry, que se desplazó rápidamente hasta Veracruz, México, sin representar peligro para el Caribe central.
Destacó que en el mes de julio la tormenta tropical Chantal generó oleaje anormal y un incremento moderado de la humedad sobre La Española, aunque sin impactos significativos en territorio dominicano.
Mientras, en agosto el huracán Erin alcanzó la categoría 5, con vientos máximos de 160 mph (260 km/h).
“Su desplazamiento por aguas abiertas del Atlántico no representó amenazas directas para el país, pero sí generó eventos de mar picado y restricciones temporales para embarcaciones frágiles en la costa Norte dominicana, según reportes del sector marítimo”, indicó.
Holguín, precisó que avanzado el período pico de la temporada, la tormenta tropical Fernand se formó al Norte del Caribe.
No obstante, dijo que su lejanía evitó impactos directos, pero contribuyó a incrementos puntuales de lluvias en el Cibao y la cordillera Central de República Dominicana, vinculados al arrastre de humedad.
“Estas precipitaciones provocaron crecidas menores en ríos y cañadas, sin daños relevantes”.
Destacó que a mediados de septiembre, Gabrielle tomó fuerza en el Atlántico central, pasando como huracán mayor al Este de Bermudas.
Precisó que Gabrielle se destacó por que su circulación amplió el oleaje mar adentro, obligando a la Intitulo Dominicano de Meteorología (INDOMET) a emitir avisos preventivos para la costa atlántica dominicana.
Holguín, destacó que días después, el huracán Humberto alcanzó categoría mayor, sin repercusiones para la región.
Además, dijo que el cierre de septiembre estuvo marcado por Imelda, que se desarrolló entre Cuba y Bahamas.
“Aunque la tormenta no tocó tierra, generó nubosidad indirecta y aguaceros aislados en el noreste dominicano, producto de su campo nuboso externo”.
En tanto, explicó que el mes de octubre abrió con Jerry, formado frente al Noroeste de África, seguido por Karen y Lorenzo, sistemas que permanecieron alejados de la región caribeña.
Sin embargo, destacó que Lorenzo produjo oleaje anómalo en la costa Norte, lo que llevó a la Armada Dominicana, Defensa Civil y al COE a recomendar precaución en playas expuestas.
Melissa: fenómeno de mayor impacto
“El evento de mayor impacto de la temporada fue Melissa, que se fortaleció rápidamente en el mar Caribe durante la segunda quincena de octubre”, resaltó el meteorólogo Holguín.
Precisó que aunque el centro del huracán impactó directamente a Jamaica y posteriormente a Cuba, su gran tamaño generó bandas de humedad que provocaron lluvias fuertes y ráfagas de viento en provincias del Sur y Suroeste de República Dominicana, incluyendo Pedernales, Barahona y Azua.
“Estas condiciones provocaron inundaciones urbanas, deslizamientos menores y el cierre temporal de varios tramos carreteros, llegando acumularse valores de 400 milímetros de lluvias en el Gran Santo Domingo”, recordó.
Mientras, Melissa perdía intensidad al cruzar Cuba, los efectos indirectos sobre el país también continuaron con oleaje peligroso en el litoral caribeño y atlántico, lo que llevó al Centro de Operaciones de Emergencias (COE) a mantener varios niveles de alerta preventiva.
Holguín citó que para Jamaica y Cuba el huracán Melissa fue devastador: cerca de 50 víctimas mortales y daños que superan los 10.000 millones de dólares, aunque las autoridades cubanas no reportaron fallecimientos.
Precisó que para la República Dominicana los efectos se limitaron a daños materiales menores, principalmente en infraestructuras viales, redes eléctricas, plantaciones agrícolas y viviendas vulnerables.
“Nuevamente la vulnerabilidad del Caribe, ante los fenómenos atmosféricos, y la importancia de mantener protocolos de prevención, se evidenció, incluso, cuando los ciclones no se acercan directamente al territorio dominicano”, apuntó.
Temporada ciclónica, 2025
La temporada ciclónica 2025 casi concluye. Se extiende desde el 01 de junio al 30 de noviembre.
A lo largo de la temporada, se formaron 14 tormentas con nombre, de las cuales 7 se convirtieron en huracanes y 4 alcanzaron la categoría 5.