Juan Soto acaba de obtener el mayor contrato de la historia de MLB. Aquel muchacho que se angustiaba en sus inicios por tener una oportunidad de entrar al béisbol profesional de los Estados Unidos.
Pese a su juventud ya tiene un anillo de campeón, con los Nacionales de Washington, un desempeño exitoso con los Yankees de New York, y ahora se establece con los Mets de New York, cuyo contrato de US$765 millones, que podría alcanzar los US$800 millones, nos deja varias lecturas.
Primero, lo que consigue el talento, la dedicación y la buena conducta.
Eso incluye un reconocimiento a la educación familiar, la que igual debe resaltarse.
Y segundo, lo que la política no acaba de entender, el valor del deporte.