La visita de Anthony Blinken, jefe del Departamento de Estado de los Estados Unidos, a Haití es algo de mucho interés para la República Dominicana.
Sobre todo, porque luego, en su agenda, está venir a nuestro país y reunirse con el presidente Luis Abinader.
Nuestra vecindad con los haitianos tiene múltiples implicaciones que nunca debemos ignorar.
Temas como la migración, el comercio, la seguridad y las relaciones diplomáticas, para sólo citar algunos de esos temas importantes.
En la visión estadounidense siempre se ha querido obviar nuestras cuestiones soberanas, pretendiendo que la carga sea cada vez más pesada para nosotros.
Ayudamos a los haitianos si los hacemos conscientes de sus responsabilidades, no perdonándoles sus incumplimientos.
Nadie ha sido más colaborador con Haití que la República Dominicana. Sin embargo, siempre se nos tilda de racistas y de discriminarlos.
Cuidémonos de los dardos envenenados, que siempre se están lanzando. Estemos atentos.