Jugar con fuego

El conflicto ruso ucraniano es como jugar con fuego. Y la primera conclusión a la que debemos llegar es que el liderazgo se ha ejercido con irresponsabilidad.

Sobre todo, desde los Estados Unidos que ha estado insistiendo en extremar la situación sin dejar una salida para la inteligencia de la diplomacia.

Apostar a las fuerzas es exponernos a una situación de riesgos extremos.

Sólo recordemos aquellas expresiones del asesinado presidente estadounidense, John F. Kennedy, quien en el período de la guerra fría llegó a decir que en la eventualidad de una guerra nuclear los vivos envidiarían a los muertos.

El liderazgo y la influencia mundial de los Estados Unidos los obliga a un ejercicio de mayor prudencia.