El poder siempre espía. Es una práctica vieja en el Estado, en el poder económico y político. Y lo hacen igual los grupos con dinámica ilícita.
Esa vigilancia se ejerce con las intervenciones telefónicas, con soplones en los lugares claves donde acuden las personas importantes.
Se hace dando seguimiento a lo que dicen las personas que generan opinión pública.
Es una práctica mundial en evidente violación a los derechos fundamentales de las personas.
En nuestro país es igualmente vieja. La dictadura la instituyó como forma de identificar a sus adversarios y se ha mantenido incorporando las innovaciones de la tecnología.
Si vigilan a Nuria Piera es alguien de poder y es importante saber quién.