Mujeres, jóvenes y ancianos, los más propensos a padecer depresión

Santo Domingo.- El 5 % de la población del mundo sufre depresión, siendo las mujeres, jóvenes y ancianos las personas más propensas a padecerla, según lo establece la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó la psicóloga Yesenia Durán, con motivo del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión.

La depresión, explicó, es una enfermedad o trastorno mental que implica una disminución de las funciones psíquicas asociada con alteraciones del comportamiento del grado de actividad y el pensamiento, caracterizada por una tristeza profunda y decaimiento anímico.

Durán aseguró que la depresión es un problema de salud mental grave que provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en la realización de actividades.

“La depresión afecta la manera de pensar del adolecente, como se siente y cómo se comporta, provocando problemas emocionales, funcionales y físicos, se puede producir en cualquier momento de la vida”, indicó.

Sin embargo, la especialista aclaró que “en la adolescencia la depresión no es una debilidad o algo que se pueda superar con fuerza de voluntad”.

Afirmó que por lo general, la duración de un estado depresivo oscila entre los seis meses y un año aproximadamente, lo que puede variar dependiendo de la asociación con otros trastornos del paciente y su disposición para enfrentarlo, con tratamiento antidepresivo y psicoterapias.

A su vez, explicó existen varios tipos de depresión, como el trastorno depresivo mayor, la cual posee la tasa más alta de mortalidad; seguida del depresivo persistente (distimia), el disfórico premenstrual, la depresión causada por otra enfermedad o inducida por sustancias o fármacos, y el trastorno depresivo no especificado.

No obstante, Durán aseguró que “la depresión solamente puede tener consecuencias graves si no se atiende a tiempo, lo que requerirá tratamientos a largo plazo o terapia psicológica”.

Dijo que esta se manifiesta con sentimientos de tristeza, ganas de llorar, vacío o desesperanza, arrebatos de enojo, irritabilidad, frustración, alteración del sueño, cansancio o falta de energía, falta de apetito, ansiedad, nerviosismo o inquietud, lentitud para razonar, hablar y hacer movimientos corporales, entre otras.

Para la galeno, entre los principales detonantes para la depresión figura la pérdida de algún ser querido (dolor), problemas laborales, económicos, rupturas sentimentales, enfermedad de un familiar, la vejez, el estrés, factores genéticos y el ambiente.

¿Depresión feliz?
También aclaró que existe la “depresión feliz”, la cual, asegura, es difícil de tratar porque falsea la realidad mostrando una felicidad y una sensación de bienestar ante los demás, ocultando las emociones reales que no pueden detectarse en su entorno.

En la depresión feliz el enfermo presume estar siempre bien, asumen responsabilidades por estar “en el medio”, en apariencia siempre está feliz, activo para huir de sus problemas prestándole importancia a su imagen social y aspecto físico, se autoexige y sufre de alteración del sueño y el apetito, y sufre de explosiones de ira sin motivo.

Se califica como anhedonia, que no es más que la incapacidad para experimentar placer, pérdida de interés o satisfacción en sus actividades, falta de reacción a los estímulos placenteros, lo que constituyen síntomas e indicadores claros de depresión.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) durante el primer año de la pandemia de la covid-19, la depresión aumentó un 25 %, sobre todo en los países con mayor cantidad de afectados, motivada por la restricción de la interacción social.