Preservativos: ¿qué eficacia tienen y qué tipos hay?

Redacción. - El preservativo masculino o condón es el método de barrera más comúnmente utilizado. Se les denomina así: métodos de barrera, porque colocan una barrera, literal física, entre las personas que van a interactuar sexualmente, no permitiendo el intercambio de fluidos entre ellas.

Se trata del método más fiable, con un alto porcentaje de eficacia y el único que no solo nos va a proteger frente a un posible embarazo no deseado, ya que métodos de control natalidad hay muchos, sino que hoy día, es el único método que nos va a proteger frente a las infecciones de trasmisión sexual o ITS.

Para saber todo necesario con respecto a este método anticonceptivo masculino, hemos pedido a Verónica Vivero, psicóloga clínica especializada en sexología en la clínica Andrologia Barcelona del Dr. Josep Torremadé, que nos cuente todos los detalles al respecto.

Métodos de barrera
Actualmente, en el mercado, disponemos principalmente de tres métodos de barrera: los preservativos masculinos o condones, que son los que se colocan en el pene en erección y de los que nos ocupará el artículo pertinente, el preservativo femenino que consiste en dos aros de poliuretano, uno más pequeñito que debe doblarse y se introduce vaginalmente, un aro grande que recubre la vulva y un tubo que recubre todo el canal vaginal.

Pese a que aporta una mayor protección que el masculino dado que recubre una mayor área genital, su uso no está tan extendido como el primero, quizá por presentar un coste mayor y no ser tan fácilmente accesible como el masculino, y por último: las bandas o barreras látex: unos pequeños rectángulos de látex, ideal para practicar un anilingus, (estimulación oral a un ano), cunnilingus (estimulación oral de una vulva) o bien, contacto genital entre dos mujeres.

Veamos en qué consiste el preservativo masculino, su eficacia, cómo usarlo correctamente y qué tipos hay.

Preservativo masculino: eficacia y material
El preservativo masculino consiste en un dispositivo de barrera con forma de funda que se coloca en el pene cuando este está en erección. De un solo uso, generalmente fabricados de látex aunque también existen otras variantes como los de poliuretano para aquellas personas alérgicas al mismo.

Si necesitamos utilizar lubricante siempre de base agua, ya que el resto podrían dañar el material del mismo, dificultando su eficacia.

La funda de este tiene un pequeño capuchón en la punta o dispositivo para el eyaculado y una goma o aro que va en la base del pene.

El preservativo presenta una amplia eficacia, con casi un 98% frente a un embarazo no deseado, siendo unos de los métodos de control de natalidad más fiable y, un 80-90% frente a ITS.

Cabe señalar que pese a ser el único método que nos protege frente a las ITS, su uso correcto no impide que una persona pueda infectarse. Esto no significa ni mucho menos que vayamos a prescindir de su uso, pero si tenerlo en cuenta. Debemos conocer que este recubre un área determinada pero no toda la piel y, por tanto, podemos infectarnos si nos exponemos.

Cómo colocar y usar correctamente un preservativo masculino
El preservativo debe colocarse cuando el pene está en erección. Previamente hay que asegurase que este se encuentre en óptimas condiciones, presente la insignia CE conforme cumple los requisitos de seguridad para ser utilizado, así como comprobar que no está caducado.

Posteriormente deberemos abrirlo y sacarlo del envase, comprobar que está en la posición correcta, para ello este debe parecer un pequeño gorro como en la imagen anexa y ser desenrollado fácilmente.

Una vez hecha esta prueba se coloca dos dedos haciendo pinza en la parte de dispositivo o capuchón para hacer el vaciado, comprobar que no entre aire y asegurarnos que no produzcan roturas.

Se coloca en la punta del pene y se procede a desenrollar, la goma base debe quedar en la base tronco final del pene y se debe amoldar perfectamente, no apretando especialmente, ni haciendo daño, ni tampoco quedar holgado, ya que de ser así quizá no sea nuestra talla, aspecto que detallaremos más adelante.

Procedemos a la relación sexual y tras la eyaculación es necesario retirar, hacer un nudo y tirar a la papelera, nunca al wáter o cualquier otro lugar.

Tipos de preservativos masculinos
Actualmente en el mercado disponemos de un amplio surtido y variedad de tipos de preservativos. Veamos algunos de ellos:

Clásicos: fabricados de látex, son los primeros en salir, con un ancho y largo nominal de base estándar. Largo 195 mm Ancho nominal 56 mm, espesor 0.065 mm y lubricados con lubricante de base de agua.

Extra finos: Para una mayor sensibilidad y mejor ajuste a la piel. No adecuado para personas que presenten problemas con el control eyaculatorio.

Extra lubricados: Ideal para aquellas parejas que deseen una mayor lubricación, bien sea por la sensación o la ausencia natural de ella.

Con espermicida: Aportan una doble protección al llevar un líquido, el espermicida, que también sirve de control de natalidad.

Con rugosidades: Para una sensación más placentera y realística.

Efecto frio/efecto calor: Ambos sirven para potenciar la sensación estimulante.

Efecto retardante: Ideal para personas que presentan dificultades en su control eyaculatorio o eyaculación precoz. Tienen un pequeño anestésico, la benzocaína, que ayuda a retardar la respuesta eyaculatoria.

Sabores: Aportan un punto de juego a la relación, ideal para practicar sexo oral. Con una amplia variedad de gustos, distintas frutas, chocolate, etc.

Anatómicos: Se ajustan a la estructura personalizada del pene, tanto ancho como largo, con diferentes tallajes.

Sin látex: Para personas alérgicas al mismo, principalmente fabricados de poliuretano.

Mitos con respecto al uso del condón
Lamentablemente todavía existen muchos mitos y falsas creencias con respecto al uso del preservativo, lo que hace a algunas personas reacias a su uso.

Entre los principales encontramos
Pensar que el preservativo “Corta el rollo” o hace que se pierda la fluidez de la relación, lo cierto es que la incorporación del preservativo a la relación puede formar parte del juego erótico de la pareja y ser sumamente divertido.

O considerar que su uso hace que “pierda sensibilidad” como hemos comentado con anterioridad en el mercado hay una amplia gama, lo ideal es encontrar aquel que se ajuste mejor a las necesidades de cada uno.

Usar preservativo nos protege y forma parte de la sexualidad responsable con uno mismo y las personas con las que vamos a interactuar. Usarlo, por tanto, implica autocuidado y respeto.

 

 

Por La Redacción
Fuente: Gustavo Higueruela
Men's Health