Demasiada incidencia

En nuestra cultura democrática los partidos políticos tienen demasiada incidencia en las decisiones de la Junta Central Electoral (JCE).

El organismo por lo regular tiene que procurar el consenso para poder convivir en armonía con ellos.

Esa realidad, en la práctica impide que los miembros del pleno puedan ejercer su rol de organizadores y árbitros de los procesos.

Y, en consecuencia, los dirigentes y los partidos políticos por lo regular no admiten ninguna preocupación que implique una responsabilidad suya.

Resulta difícil, por no decir imposible, que pueda ejercerse el arbitraje en plena libertad en los procesos, dictando sanciones sin mayores implicaciones que los sancionados tener que cumplirlas.