Economista Nouriel Roubini afirma: “de cierta forma, la Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado”
Redacción.- La negativa del presidente Vladimir Putin a descartar el uso de armas nucleares “tácticas” en la guerra de Rusia contra Ucrania hizo que gran parte del mundo se pusiera nervioso el mes pasado.
Sin embargo, el economista Nouriel Roubini afirmó que una escalada nuclear en ese conflicto, que ya dura casi ocho meses, solo marcaría el comienzo de una guerra global.
El mundo también podría ser testigo de un conflicto nuclear en Irán y, lo que preocupa aún más a Estados Unidos, de una lucha de China por Taiwán, según Roubini, quien fue apodado “Dr. Doom” (doctor Catástrofe) tras realizar sus terribles predicciones, incluida la crisis de la vivienda de 2008 que provocó la Gran Recesión.
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El profesor de negocios de la Universidad de Nueva York sostiene que ya existe una guerra fría entre Estados Unidos y China, pero podría convertirse en una “guerra caliente” si el presidente Xi Jinping pretende unir Taiwán a China.
Roubini compareció el lunes en la Cumbre de Todos los Mercados 2022 de Yahoo Finanzas, antes del lanzamiento de su libro: “Megaamenazas: cómo sobrevivir a las diez amenazas más peligrosas que ponen en peligro nuestro futuro”.
“De cierta forma, la Tercera Guerra Mundial ya ha comenzado”, afirmó Roubini. “Empezó en Ucrania porque este conflicto tiene implicaciones más amplias que van mucho más allá de Rusia y Ucrania. Es el comienzo de otra cosa”.
Una guerra fría entre Occidente “y una serie de potencias revisionistas”
El lunes, en declaraciones realizadas al editor en jefe de Yahoo Finanzas, Roubini destacó las amenazas geopolíticas y lo que él llama una nueva guerra fría que ha surgido entre Estados Unidos y China, así como entre Occidente y potencias “revisionistas” como Rusia, China, Irán, Corea del Norte y Pakistán.
“Básicamente, están desafiando el orden económico, social y geopolítico que Estados Unidos, Europa y Occidente crearon después de la Segunda Guerra Mundial”, dijo Roubini, explicando que esta crisis podría atrapar en su red a Estados Unidos.
Además de Ucrania, otro punto candente podría ser Irán, según Roubini.
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“Las negociaciones entre Estados Unidos e Irán sobre el nuevo acuerdo nuclear están conduciendo a un callejón sin salida e Israel está diciendo que si [Irán] invierte en armas nucleares, algo que están a un paso de hacer, lo van a atacar”, dijo Roubini.
Al mismo tiempo, Estados Unidos y China están en vía de colisión ya que los dos países siguen distanciándose en diferentes frentes, desde el comercio hasta el movimiento de la mano de obra y la tecnología.
“Creo que en los próximos cinco o diez años se producirá una confrontación entre Estados Unidos y China sobre el tema de Taiwán, una situación que podría ser el desencadenante para que esta guerra fría se convierta en una guerra caliente”, indicó. “Así llegaríamos a la Tercera Guerra Mundial”.
Se espera que el presidente chino, Xi Jinping, ratifique un tercer mandato en la presidencia de la nación durante el Congreso Nacional del Partido Comunista esta semana y se consolide como el gobernante más poderoso de China desde Mao Zedong.
El domingo, cuando comenzó el congreso, el líder también incitó a incrementar aún más el ejército de China, según se ha informado.
Ha dicho que el país tiene que “aprestarse para afrontar los peligros en tiempos de paz, debe estar preparado para los días lluviosos y estar listo para soportar los enormes retos que representan los fuertes vientos y las grandes olas”.
Los acontecimientos de esta semana se produjeron después de que las tensiones sobre Taiwán alcanzaran su punto álgido este verano cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taipei el 2 de agosto.
Los buques de guerra chinos rodearon la isla, sacudieron los mercados mundiales y aumentaron la posibilidad de que se produjeran consecuencias mucho más graves si China atacaba directamente a Taiwán.
El conflicto en Ucrania dio otro giro el lunes cuando una ola de drones suicidas rusos cargados de explosivos explotó en Kiev.
Los ataques incendiaron edificios y desgastaron aún más los nervios en la capital de Ucrania.