Sorprende la actitud que se observa en el liderazgo mundial. Están jugando con fuego.
La inmadurez es mayor cuando hablamos de líderes adultos y experimentados en el ejercicio del poder. Incluso muchos de ellos adultos mayores.
El conflicto ruso ucraniano parece la apuesta a un desastre que no tendrán como justificar históricamente.
Nacionales con poderíos nucleares jugando con fuego y comportándose como inmaduros e irresponsables.
Han atropellado el recurso de la diplomacia y de la posibilidad de buscar soluciones razonables a los temas que generan este conflicto.
Se ha recurrido a la fuerza como recurso o vía de solución. Es decir, es como si fuera una convocatoria al desastre.
Se complica el conflicto.