Lo vivido

Ninguna inversión es más importante que la que hacemos para dignificar la vida de las personas, pues cada país está cimentado sobre la calidad de la gente que lo conforma. Ni más ni menos.

De ahí que sea tan prioritaria la educación y la forma digna en que se vive. Así se forma el capital humano. Sobre todo, en el sentido amplio del colectivo.

Tenemos que hacer lo suficiente y lo correcto en esa materia. Acabar con el asistencialismo cercenador del espíritu nacional.

La mitad de cada año es temporada ciclónica. Desde siempre, y no es posible que no hayamos aprendido de las lecciones que nos dejan los huracanes y tormentas.

Actuamos ignorando esas enseñanzas. Y vivimos urgidos en las emergencias.