Valor de la planificación

No somos amantes de la planificación. Por el contrario, operamos con la cultura de la improvisación.

Cada gobierno por lo regular hace lo suyo, pretendiendo dejar su propia impronta.

Así hemos operado a lo largo de nuestra historia.

Sin embargo, el mundo en que estamos viviendo nos está demandando cambiar esa forma inadecuada de actuar.

Sobre todo, porque la velocidad en que corremos hoy tiene un ritmo demasiado acelerado desde todo punto de vista. Y las interrelaciones son cada vez más intensas.

Es obvio que los servicios colectivos están requiriendo de una adecuada planificación para poder alcanzar avances duraderos y continuos.

La pandemia colocó prioridades sobre la mesa. Identifiquémoslas.