Santo Domingo.- El abogado Juan Miguel Castillo Pantaleón afirmó este miércoles que aunque una gran parte de los haitianos que ingresan a la República Dominicana lo hace de manera ilegal, el negocio de la venta de visas por parte de los cónsules dominicanos en Haití se ha convertido en otra forma de tráfico humano.
Castillo Pantaleón expresó “eso es un mercado de corruptelas. No hay faceta alguna, incluso la migración legal, que no esté marcada por la disfuncionalidad del Estado dominicano y la falta de visión en una política migratoria integral… la corrupción que circunda alrededor del tráfico humano es sumamente lucrativa y deja más dinero que las drogas”.
Durante una entrevista en el programa “Toque Final”, que se transmite por Antena 7, el jurista dijo que el deseo de toda persona que ve en su país todas las posibilidades de desarrollo humano cerradas busca mejores horizontes y lo que está haciendo la población haitiana es huir de una situación de disolución del Estado haitiano.
Precisó que la migración debe ser ordenada y que el tema de la pérdida del control del territorio, con todo el efecto caótico y la ineficacia de la autoridad, es consecuencia del desbalance poblacional cuando el país permite la inmigración en forma descontrolada y es parte de la irresponsabilidad de las políticas públicas.
“Cuando un grupo de dominicanos sale por las calles con la Bandera Nacional reclamando la expulsión de extranjeros en condición migratoria ilegal y exigiendo a las autoridades que cumplan con su deber, están ejerciendo esa ciudadanía responsable. Vergüenza debe de darle a las autoridades dominicanas y a todo el que diga que eso es incorrecto”, manifestó.
El experto explicó que los proyectos habitacionales que de carácter social el gobierno construye tienen un marco jurídico que proviene de la época del gobierno de Trujillo, el primer régimen que construyó proyectos habitacionales dirigidos a sectores humildes llamados “Proyectos Habitacionales de Mejoramiento Social”.