Ayuda dialogar

Siempre será bueno dialogar.  Y lo es en todas las circunstancias, bien para salir de las dificultades o para aprovechar las oportunidades.

Si nos miramos con sensatez podemos concluir que tenemos más de esto último que de lo primero.

Y siendo así es una pena que la dirigencia política no muestre disposición para dialogar de manera consistente y con naturalidad.

Es tan extraño que eso ocurra que cuando sucede nos parece excepcional.

Con frecuencia creemos que si dialogamos fortalecemos a los contrarios.

Y es probable que esa sea la causa principal del ejercicio ríspido de la política.

El país parece escasear en medio de la abundancia, pues la República Dominicana tiene recursos suficientes para estar mejor.