Camilo Blanes, el hijo de Camilo Sesto, abandona el hospital con un físico irreconocible

Redacción.- Camilo Blanes ya no teme por su vida y, al fin, ha podido abandonar el centro hospitalario en el que ha estado ingresado los últimos dos meses tras sufrir un colapso que le llevó a entrar a la UCI debido a su gravedad.

Camilín, como le llaman cariñosamente los suyos, se encuentra fuera de peligro y ha podido abandonar el Hospital Universitario Puerta del Hierro, situado en Majadahonda, por su propio pie, eso sí, con un físico todavía muy convaleciente que genera impacto.

El hijo de Camilo Sesto no supera su fallecimiento y, en su cumpleaños tuvo un accidente con la bicicleta que le dejó tirado en el suelo mientras caía sobre su cuerpo una tromba de agua fría debido al temporal.

Esto le provocó serios problemas respiratorios, neumonía y fallo multiorgánico por eso batallaron por mantenerle con vida en la unidad de cuidados intensivos.

Otras versiones hablan de sus excesos como causantes de dicha caída pero la versión oficial de la familia es una caída en bicicleta y su madre, Lourdes Ornelas, jamás ha ocultado los problemas de su hijo con la ‘mala vida’.

Hace unas semanas ella fue la encargada de decirle a la prensa que su hijo seguía necesitando respiración artificial con ayuda de la maquinaria médica pero que era esperanzador ver que comenzaba a hablar y que la reconocía.

A los pocos días, explicó también que Camilo ya podía comer solo sosteniendo los cubiertos y que pronto le pasarían a planta.

El 26 de enero llegó el día de darle el alta al hijo de Camilo Sesto y ahora han salido a la luz, en exclusiva de la revista ‘Semana’, las primeras fotografías de Camilín en la calle.

Quizá tanto complemento pretendía servir de ‘camuflaje’ ante los reporteros pero ellos le han acabado reconociendo y le han hecho esta serie de fotografías que recoge el semanario.

Lo cierto es que su apariencia física deja claras las secuelas de la batalla por la supervivencia que el joven ha experimentado estos dos meses.

Visiblemente consumido, muy delgado y con aspecto cansado, Camilo retoma su renacer y por delante tiene un largo sendero que recorrer para ganar fuerza, recobrar un peso más saludable y sobre todo para luchar contra sus demonios, la adicción a las sustancias y al alcohol, que llevan marcando para mal su vida de los últimos años.

Para superar de una vez por todas estas adicciones que le encadenan a una vida precaria que perjudica seriamente su salud y preocupa a la gente que le quiere, Camilo Blanes cuenta con el apoyo incondicional de sus dos grandes pilares, su madre Lourdes y su novia María que no le ha dejado solo ni un minuto desde que empezaron su relación.

No es nada fácil el camino que Blanes tiene delante pero, quizá, tras este susto que casi termina con su vida, haya comprendido que tiene que echar el freno a los excesos y acudir a un centro especializado así como iniciar terapia psicológica si el motivo de esta decadencia personal es el gran dolor que le causó la muerte de su padre, Camilo.

El joven abandona el hospital tras más de 50 días ingresado y lo ha hecho con una gorra negra de las que siempre suele llevar, unas gafas de sol, un fular en el cuello y una camisa abierta a cuadros rojos sobre una camiseta blanca.

 

 

 

Por La Redacción
Fuente: Anna Sanchez
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