¿Quién mató al Comendador?

El asesinato del presidente de Haití Jovenel Moïse parece extraído de una de las obras del llamado “Siglo de oro español” o del mundo mágico de Grabriel García Márquez.

Cada vez se fortalece más la convicción de que el esclarecimiento del magnicidio no saldrá de las manos de las autoridades haitianas, pues la multiplicidad de sospechosos es tan amplia que cualquier conclusión quedará bajo un manto de dudas.

Ha quedado claro que eran muchos los que conspiraban contra Moïse y que, al igual que la obra Fuenteovejuna, se trata de un responsable colectivo.

Pero también queda claro que, como en “Crónica de una muerte anunciada”, de Gabriel García Márquez, casi todos sabían que se conspiraba contra el presidente haitiano.

Peor aún, cada detalle nuevo que sale a relucir pone en el candelero a nuevos sospechosos que van desde adversarios políticos hasta miembros del círculo más cercano de Moïse.

Hay suficientes motivos para afirmar que en el magnicidio convergieron la caverna política haitiana, el crimen organizado, la traición de gente de confianza y poderes fácticos.

Hasta es posible, según la tradición, que en el velatorio de Jovenel Moïse, “el cadáver vuelva a sangrar”.