Sin ser un dilema

En los momentos de dificultades debemos quedarnos con lo que es fundamental y necesario para salir adelante.

No puede ser un dilema la revisión de todos los aspectos del presupuesto nacional, incluyendo los gastos, subsidios e inversiones.

Y en el proceso de revisión sólo debe permanecer lo que se justifique de forma razonable.

Es como decir que debe desaparecer todo tipo de privilegio que se esté otorgando a cualquier sector.

Este es un momento en que todos debemos someternos a la austeridad bien entendida.

El Gobierno tendrá la responsabilidad de explicar muy bien al país lo que se necesita hacer para corregir el círculo vicioso del déficit, el que de continuar nos puede llevar a una situación explosiva.