Vale la pena

El presidente Luis Abinader parece tener claro que se encuentra con dos opciones en el ejercicio del poder.

Una, seguir conviviendo con la impunidad y la corrupción, y la otra, optar por adecentar la vida pública de la República Dominicana, y con ello a toda la sociedad.

Y luce claro que ha optado por esta última y no sólo vale la pena intentarlo, sino que se hace merecedor de todo el apoyo para que no perezca en el intento.

Debe estar consciente que no es el camino menos empedrado, pero será el que mejor termine retribuyéndole la compensación política.

La mejor obra de gobierno no es el tiempo, son los frutos de la gestión.

Y el mayor capital humano es un buen nombre.

Y para un político, como es escaso, vale oro.