Es una lástima

Lastima profundamente que sigamos perdiendo mujeres, atacadas y asesinadas por hombres dominados por oscuras pasiones.

Seres engreídos de soberbias y enredados en sus prejuicios machistas.

Cada vez lucen más irracionales, pues se incluyen a sí mismos en estas tragedias tan dolorosas cuando igual se matan e incluyen a hijos, familiares y vecinos.

Seres dominados por el desatino que llenan de desalientos a las familias y a la sociedad.

Es una verdadera tragedia la que vivimos con frecuencia.

Aún da trabajo que las autoridades presten la debida atención a las agresiones y amenazas de mujeres que hacen denuncias contra sus parejas o exparejas.

Algunas con suerte las escuchan, cuando sus casos se hacen públicos.