Santo Domingo, República Dominicana • Martes 07 de Mayo, 2024
viernes 29 julio, 2022

Expresidente Mejía ve necesario incrementar producción para reducir impacto crisis alimentaria

"En otras palabras, agregó que el mejoramiento de los sistemas agroalimentarios es inseparable para el mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores rurales, aseveró.

Costa Rica.- El expresidente dominicano Hipólito Mejía afirmó que para enfrentar con éxito el desafío de reducir el impacto de una crisis alimentaria y como consecuencia, una hambruna mundial implica, en primer lugar, incrementar tanto la producción en general, como la productividad por unidad de superficie y, al mismo tiempo, asegurar la sostenibilidad del medioambiente y los recursos naturales.

El exmandatario consideró como necesario y urgente mejorar las condiciones de vida en el campo de lograr que todos los actores del mundo rural posean mayores conocimientos y las destrezas, crear y consolidar mecanismos de cooperación internacional que, basados en la solidaridad, explorar nuevas oportunidades de mercado, Utilizar paquetes tecnológicos amigables al medioambiente y fomentar experiencias de participación comunitaria. Y, acceso al financiamiento, entre otras.

Señaló que “nuestro planeta, hoy, y nuestros países en particular, está compelido a garantizar la seguridad alimentaria y de no hacerlo, como afirman numerosos organismos internacionales, corremos el riesgo de ser impactados por una hambruna de consecuencias devastadoras”.

El expresidente Mejía expresó sus consideraciones de la situación presente y futuro de la seguridad alimentaria, al participar como invitado especial en la Cumbre Ministerial sobre Sistemas Agrícolas y Alimenticios de África y las Américas, que se celebra en Costa Rica, organizada por el Instituto de Investigaciones Centroamericana y del Caribe, IICA, los días 27,28 y 29 del presente mes.

Resalto que por tal razón resulta ineludible la formación de profesionales con el mayor grado de preparación en el dominio de las ciencias vinculadas al sector agropecuario; en la dimensión propiamente tecnológica; la experticia en el comercio; la transformación de alimentos; la comercialización; y, de manera especial, en la comprensión de la dimensión social del mundo rural.

Manifestó que esa comprensión de la dimensión social debe partir de la premisa de que nuestras comunidades agrícolas no son solamente un espacio donde se producen alimentos, sino, que son también un lugar donde se construyen identidades y sentido de pertenencia.

Dijo que en ellas se conciben proyectos de desarrollo personal y comunitario; y se busca, como en efecto ocurre en muchos lugares, preservar el medioambiente y los recursos naturales para garantizar la sostenibilidad.

"En otras palabras, agregó que el mejoramiento de los sistemas agroalimentarios es inseparable para el mejoramiento de las condiciones de vida de los pobladores rurales, aseveró.

Detalló que: "ese déficit en las condiciones de vida de los pobladores rurales es la causa de uno de los dramas más patéticos de nuestros tiempos. Me refiero a la migración campo-ciudad; esa que cada día saca de nuestros campos a miles de hombres y mujeres que buscan en las ciudades el bienestar que no han podido lograr en sus sitios de origen".

Recalcó que esa migración originada en la pobreza y la exclusión social, está literalmente expulsando de nuestros campos a miles de hermanos y hermanas que cruzan mares, desiertos y montañas, para llegar a otros países en busca de realizar sus sueños.

Afirmó que de esos emigrantes pasan a ser actores vitales del sector agropecuario en aquellos países hacia donde emigran, en detrimento de sus comunidades de origen.

La juventud y la mujer rural son dos grupos fundamentales en el debilitamiento de las comunidades rurales.