Santo Domingo. - El exdirector del Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI) y presidente del Partido Renovador Reformista (PRR), Héctor Rodríguez Pimentel, consideró este viernes como inaceptable para la República Dominicana que Haití construya un dique para represar el río Dajabón o Masacre con el propósito de subir las aguas a la altura del canal que construyen.
Dijo que ese canal tiene una altura de unos tres metros y si se sube la cresta del dique a esa altura, el caudal del río aguas abajo del mismo sería nulo, dejando sin agua los agricultores dominicanos, la Laguna Saladilla, los manglares y humedales de Manzanillo.
Rodríguez Pimentel, argumentó que en la época de estiaje, cinco o seis meses del año, el caudal del río Dajabón o Masacre es muy ínfimo, por lo que toda el agua se iría por el canal de Juana Méndez, en perjuicio de la parte dominicana que requiere parte de esa agua.
“Un dique a la altura de ese canal que ellos construyen sería catastrófico para la frontera norte de República Dominicana, y eso debe ser inaceptable”, expresó Rodríguez Pimentel, quien también fue senador por Montecristi.
A través de su cuenta de X Rodríguez Pimentel dijo: “1. Si la cresta del dique que construirán los haitianos en Juana Méndez para subir las aguas del río a la altura de ese canal, 3 metros, eso significa q en los tiempos de estiaje, 5 o 6 meses de cada año, el caudal del río Dajabón o Masacre sería nulo aguas abajo de ese dique.”
El ingeniero Rodríguez Pimentel, quien es presidente del PRR, calificó de “contrarios al interés nacional” a los dirigentes políticos dominicanos que hacen causa común con sectores haitianos que están detrás de la constitución del canal.
“Dejar hacer ese dique significaría dejar sin agua la Laguna Saladilla, los agricultores y los manglares de Manzanillo, eso tiene que ser inaceptable para los dominicanos, y los q hacen causa común con ese despropósito actúan contra el interés nacional”, posteó en otro tuit.
Dijo además que desde el punto de vista técnico ese dique podría colapsar ante la primera crecida fuerte del rio y provocar inundaciones dañinas para el entorno, en razón de que sus bases estarían hincadas sobre material arcilloso, propio del área.