Santo Domingo.- El ministro de Educación (MINERD), Roberto Fulcar, participó este martes en la apertura del nuevo año escolar y en los actos conmemorativos del 88 aniversario del Colegio Dominicano De La Salle, donde aseguró que con la apertura del nuevo año se materializa la verdadera apertura de la República Dominicana.
Fulcar sostuvo que con este nuevo año escolar los estudiantes inician el camino de éxitos, de aprendizajes significativos y experiencias relevantes, ya que se ha comenzado a implementar el nuevo modelo educativo “Educación para Vivir Mejor”.
El ministro agradeció el recibimiento de los directivos y estudiantes del emblemático centro educativo, resaltando que los alumnos son la razón y, sobre todo, el motivo de lo que se hace desde el Ministerio de Educación, en favor de su educación y su vida, a la vez que les exhortó a tener confianza y fe, en que este año escolar estará lleno de alegría, innovaciones, esperanzas y de lindas aventuras.
“Este año estamos realmente inaugurando la ruta de un nuevo año educativo en el país, con el modelo de Educación para Vivir Mejor, que tiene como visión que el país pueda llegar a alcanzar un sistema educativo incluyente, en donde nadie se quede atrás, con calidad para que sean trascendentes los aprendizajes que construyamos juntos , que nos ayude a ser más resilientes, a tener sentido de pertenencia a la nación, a la historia, a nuestras raíces, a nuestra identidad, pero sobre todo, un sistema educativo que garantice aportar a una vida mejor”, manifestó.
En tanto, Susana Michelle, directora de Centros Privados del MINERD, destacó el estilo educativo del Colegio De La Salle, fundamentado en los valores de fe, servicio y fraternidad, que promueve el desarrollo de competencias, un hacer para la construcción de ciudadanos críticos, éticos y solidarios, identificados con la patria.
Así mismo, el director general de la institución, Gerardo Pérez, expresó que inician este nuevo año escolar con la ilusión del reencuentro y de poder saludarse de forma presencial, ya que hacían falta los gritos, las risas, llantos, empujones y juegos de los estudiantes en todos los centros escolares públicos y colegios del país.
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