Santo Domingo.- Cuando Juan Pablo Duarte y Diez nació era el año 1813 (26 de enero), en Santo Domingo. Fue un poeta, seguidor del romanticismo, también solía tocar la guitarra, el piano y la flauta, además de ser un aficionado al deporte de la esgrima.
En sus memorias, el trinitario José María Serra de Castro lo describió como un hombre de tez rosácea, labios finos, ojos azules y cabellera rubia que contrastaba con su negro y espeso bigote.
Creció durante el período conocido como la España Boba. Era de una familia de clase media-alta dedicada al comercio de artículos de marina y ferretería, especialmente en la zona portuaria.
Su madre fue doña Manuela Diez y su padre, don Juan José Duarte.
En esa época, mientras iba creciendo, sólo se oía hablar acerca de que si República Dominicana era de España, que si pasó a Francia, que si volvía a manos de España.
Para cuando Duarte y Diez tenía ocho años de edad (1822), le tocó vivir el momento en que los haitianos se apoderaron de esta parte de la isla, hoy República Dominicana.
Cuando cumplió 16 años (1828) sus padres lo mandaron a estudiar a Inglaterra. Desde allí Duarte y Diez viaja a Francia y España. En esos países pudo ver los avances en cuanto a libertades y derechos que tenían las personas.
Ya a sus 31 años de edad había viajado por los países más avanzados de la época como: Estados Unidos, Londres, París, España, entre otros.
Estos viajes le proporcionaron una gran base conceptual para luego crear la Sociedad Secreta La Trinitaria, compuesta por un grupo de jóvenes con mentalidad liberal, y hacer de su tierra un país libre e independiente.
Fundación de La Trinitaria
Volvió al país en 1833. A su regresó buscó a los amigos que había dejado antes de irse y a cada uno le fue explicando el deseo y la necesidad de organizarse con la finalidad de conquistar la libertad del territorio que nos pertenecía.
Conforma la Sociedad Secreta La Trinitaria el 16 de julio de 1838. Entre sus primeros miembros estuvieron: Francisco del Rosario Sánchez, Matías Ramón Mella, Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandro Pina.
También Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra de Castro, Benito González, Felipe Alfáu y Juan Nepomuceno Ravelo, entre otros.
Los trinitarios hacían su trabajo político a partir de una estructura de células clandestinas que funcionaban similares a una logia masónica.
Los iniciados hacían el juramento de luchar por la independencia de la República Dominicana bajo el lema "Dios, Patria y Libertad".
En 1840 para sus actividades públicas constituyeron otra sociedad llamada “La Filantrópica”.
Política y milicia
En 1842, Duarte y Diez se convirtió en oficial de alto rango de la Guardia Nacional Haitiana.
Además tenía mucha habilidad política y la mostró con la organización de La Trinitaria y después cuando participó al lado de los haitianos revolucionarios que derrocaron a Jean Pierre Boyer en 1843.
Los trinitarios, se unieron al movimiento revolucionario haitiano denominado “La Reforma” que terminó por derrocar a la dictadura de ese entonces, en febrero de 1843, colocando a Charles Hérard en la presidencia de Haití.
Duarte y Diez encabezó dicho movimiento, convirtiéndose en el líder político principal en ese momento.
No obstante, las actividades separatistas de los trinitarios fueron delatadas y el presidente Hérard encabezó la ocupación militar de los departamentos del Cibao y Ozama con el objetivo de desarticular el movimiento separatista.
Entonces Duarte y Diez tuvo que irse al exilio el 02 de agosto de 1843. Junto a él salieron algunos de sus seguidores.
Mientras pasaban los meses la idea de la independencia dominicana seguía creciendo.
El propósito del patricio lo concretaron sus seguidores el 27 de febrero de 1844. Con su valentía la defendieron de los haitianos, así nace la República Dominicana.
El nuevo gobierno que surgió mandó a buscar a Duarte y Diez que estaba en San Thomas y al retornar lo recibieron como a un héroe nacional. De inmediato lo nombraron general del Ejército.
La noche de la independencia
Esa noche, del 27 de febrero de 1844, se congregaron poco a poco pequeños grupos de patriotas que provenían de las distintas zonas de la ciudad.
El comienzo de la acción separatista fue indicado por un trabucazo disparado por Matías Ramón Mella y Castillo, en la Puerta de la Misericordia, y que fue oído por todos los habitantes de la ciudad.
Mella y Castillo y Francisco del Rosario Sánchez, al llegar la noche, se dirigieron hacia la Puerta del Conde, en el baluarte de San Genaro e izaron la bandera dominicana bordada por Concepción Bona y María de Jesús Piña, junto con otras damas.
El lienzo patrio había surgido de un proyecto presentado por Juan Pablo Duarte, aprobado el 16 de julio de 1838 en La Trinitaria, donde se definieron los colores y la forma de la enseña que representaría al nuevo estado, que se denominó República Dominicana.
Los patriotas habían planeado que en la noche del 27 de febrero tomar posesión de todos los fuertes emplazados en la muralla y del puerto.
Ante el apoyo popular y de diversos grupos que unían sus fuerzas por la libertad, los haitianos se consideraron incapaces de combatir un alzamiento de tal magnitud y el 28 de febrero se obtuvo la capitulación de la guarnición haitiano.
Después que se logró la independencia, algunos dominicanos, con poco amor por la patria, enfrentaron al hoy padre de la patria. En poco tiempo Duarte y Diez y, algunos seguidores, fueron expulsados del país por Pedro Santana.
En 1861 Pedro Santana anexó la República a España. En 1864 Duarte volvió de sorpresa y luchó al lado de los que enfrentaron a Pedro Santana para lograr de nuevo la independencia.
Aportes, escritos y pensamientos
Se le atribuye, ser un precursor del teatro dominicano, mediante la promoción de presentaciones teatrales a través de sociedades como "La Filantrópica" y "La Dramática" con obras alusivas al ideal de libertad de los dominicanos.
También escribió algunos poemas, entre los más conocidos están: La cartera proscrito, Himno, Unidad de las razas, Poder, Romance.
Igualmente algunos pensamientos: “Vivir sin Patria, es lo mismo que vivir sin Honor”. “Nunca me fue tan necesario como hoy el tener salud, corazón y juicio; hoy que hombres sin juicio y sin corazón conspiran contra la salud de la Patria”.
Asimismo, “Por la Cruz, por la Patria y su gloria denodados al campo marchemos: si nos niega el laurel la victoria, del martirio la palma alcancemos”. “Trabajemos por y para la patria, que es trabajar para nuestros hijos y para nosotros mismos”.
Juan Pablo Duarte es el mejor ejemplo de cómo deben proceder hoy los hijos de nuestra patria, tras asumir que la defensa de nuestro país debe ser lo primero para nosotros.
Por su entrega a esta causa hoy se le reconoce como el padre fundador e ideólogo de la Patria junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella y Castillo.
Su muerte
El 7 de junio de 1864, Duarte y Diez fue enviado como cónsul al exterior con el objetivo de recolectar fondos para la causa separatista. Esta misión terminó por convertirse en otra especie de exilio.
Le fue ofrecida una pensión honorífica que supuestamente fue incumplida y se quedó a vivir en Venezuela, subsistiendo de ingresos provenientes de una fábrica de velas.
Se quedó a vivir con su familia en la ciudad de Caracas hasta su fallecimiento el 15 de julio de 1876, donde murió enfermo y, alegadamente decepcionado y triste, lejos de la patria que ayudó a nacer.
Sus restos fueron trasladados a suelo dominicano en 1884 por el Gobierno de Ulises Heureaux, quien lo declaró padre de la patria junto a Sánchez y Mella.
Hoy sus restos descansan en el Altar de la Patria, levantado en el Parque Independencia, en el Distrito Nacional.