Santo Domingo, República Dominicana • Sábado 27 de Abril, 2024
miércoles 14 junio, 2023

Floraciones de algas y altas temperaturas, posibles causas de muerte de peces en presa de Hatillo

La presa de Hatillo, de 22 kilómetros cuadrados y una capacidad de almacenamiento de 710 millones de metros cúbicos, se utilizan para generación de la energía eléctrica, suministro de agua para riego de zonas agrícolas, pesca artesanal, proyectos piscícolas, control de inundaciones y actividades ecoturísticas.

Santo Domingo. - El viceministerio de Gestión Ambiental reveló este miércoles que los resultados preliminares de los estudios realizados en la presa de Hatillo apuntan a que las muertes de peces, reportadas por ciudadanos en ese embalse, se relacionan con los niveles de clorofila asociados a la proliferación estacionaria de algas.

“El único parámetro de los medidos en el lugar que se encontró fuera de niveles acostumbrados fue la clorofila. Este indicador apunta a una abundancia de organismos que hacen fotosíntesis en el punto de muestreo”, dijo la viceministra de Gestión Ambiental, Indhira de Jesús.

Explicó que para verificar si los microorganismos pudieran tener alguna relación con las muertes de peces observadas, las muestras de agua se enviaron al laboratorio de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), resultando positivo para la especie Mycrocysti.

“La presencia de ciertos tipos de algas y bacterias fotosintéticas puede resultar tóxica para peces y otras especies, cuando hay floraciones”, indicó.

Recordó que el martes 06 y miércoles 07 de junio de este 2023, técnicos del Ministerio de Medio Ambiente realizaron una inspección al embalse de la presa de Hatillo, por una denuncia difundida en las redes sociales sobre la aparición de una coloración verde.

En el video que presenta la denuncia, se alega que el fenómeno observado causa la muerte de ejemplares de peces juveniles que también fueron filmados.

“Los técnicos del Ministerio tomaron mediciones directamente en el lugar de varios parámetros (PH, OD, temperatura, clorofila) y tomaron muestras para determinar otros parámetros en agua y peces que están siendo analizados en laboratorios”, explicó.

“Además, se tomaron muestras en otros tres puntos del embalse y en un punto sobre el río Yuna. Los demás puntos muestreados corresponden a lugares que son monitoreados con regularidad con un proyecto llevado a cabo en cooperación con la Universidad Autónoma de Santo Domingo”, dijo.

De Jesús explicó que la floración o crecimiento abundante de poblaciones de las especies detectadas puede deberse a las descargas de nutrientes desde las zonas agrícolas que abundan en esta cuenca, desde las tierras agrícolas del Valle Tireo hasta las inmediaciones arroceras del embalse en la provincia María Trinidad Sánchez.

Un factor que contribuye a la situación actual, también podrían ser las altas temperaturas que se registran en estos días y que se presentan después de una larga temporada de sequía y algunas semanas de intensas lluvias que pudieron arrastrar más nutrientes al embalse.

“El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales continuará monitoreando las aguas del embalse para establecer las causales precisas y gestionarlas, de manera que se garantice la seguridad y la tranquilidad a la población”, dijo De Jesús.

El informe preliminar de la visita in situ recuerda que la presa de Hatillo, de 22 kilómetros cuadrados y una capacidad de almacenamiento de 710 millones de metros cúbicos, se utiliza para generación de la energía eléctrica, suministro de agua para riego de zonas agrícolas, pesca artesanal, proyectos piscícolas, control de inundaciones y actividades ecoturísticas.

En un monitoreo del pasado 30 de mayo la presa registró un nivel de 79.8% y para el muestreo realizado el 6 de junio mantenía el mismo volumen de agua.

“Por lo observado se presume la presencia de especies de fitoplancton en el embalse, lo que puede ocasionar alteraciones en los niveles de clorofila-a y otros parámetros de interés que influyen en la estabilidad de la diversidad biológica del embalse”, indica el informe del equipo que encabezaron Wilmer Pérez y Jatna De León.

“Las estaciones evaluadas fueron comparadas con los resultados de los monitoreos que son realizados en conjunto con la UASD, del proyecto de teledetección de los meses marzo, abril y mayo”.

Indica, además, que “durante la evaluación técnica no se observó evidencias de impactos de origen antropogénico, que pudieran estar relacionados con este evento”.