Santo Domingo.- El presidente Luis Abinader inauguró anoche la XXVIII Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado con la presencia de 10 mandatarios y del Rey de España, Felipe VI.
Entre los mandatarios presentes en la inauguración se encontraban. Guillermo Alberto Lasso, de Ecuador; Mario Abdo Benítez, de Paraguay; el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi; Alberto Fernández, de Argentina; Miguel Díaz-Canel, de Cuba; el Rey de España, Felipe VI; de Portugal Marcelo Rebelo de Sousa; de Uruguay Luis Lacalle; de Chile, Gabriel Boric; Xiomara Castro de Honduras; el primer ministro de San Vicente y Granadina, Ralph Gonzalves.
Anoche se esperaba la llegada del presidente de España, Pedro Sánchez; de Argentina, Alberto Fernández; de Colombia, Gustavo Petro; de Venezuela, Nicolás Maduro, y el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa.
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El mandatario llegó a las 6:42 minutos a la Fortaleza Ozama, acompañado de la primera dama, Raquel Arbaje, y pocos minutos después llegó la vicepresidenta de la República, Raquel Peña, y el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza.
A las 7:52 minutos concluyó el recibimiento de los mandatarios y de inmediato el presidente y la primera dama pasaron a la carpa donde se dio inicio a la inauguración a la Cumbre.
A las 8:23 minutos se inició el evento, con la intervención del presidente de la Secretaría General de Iberoamérica, Andrés Allamand, quien afirmó que esta será “una cumbre centrada en las personas”, lo que dijo implica “orientar la actividad asociada a esta reunión hacia la obtención de resultados concretos que tengan un impacto positivo en la calidad de vida de los iberoamericanos”.
Allamand índicó que la comunidad iberoamericana cuenta con una plataforma de cooperación y una institucionalidad consolidadas, que son potentes instrumentos al servicio del fortalecimiento de las relaciones birregionales”.
Habla el Presidente
Al dar la bienvenida a 11 jefes y jefas de Estado y de Gobierno, a un primer ministro y al Rey de España, Felipe VI, Abinader indicó que para revitalizar las democracias es indispensable seguir manteniendo la apuesta irreductible por la defensa de la libertad, el bienestar colectivo y una acción pública libre de sectarismos.
Indicó que así como a Iberoamérica le une la historia y las hazañas de sus naciones, también comparten retos comunes que exigen respuestas colectivas.
Democracia y libertad
“El primero (de los desafíos) es el que enfrentan la democracia y la libertad, afectadas por una polarización avasallante del debate político y una insatisfacción creciente con la calidad de la gobernanza democrática, escenario en el que florecen los discursos extremistas y la sombra amenazadora del autoritarismo”, dijo el mandario.
Destacó que la apuesta por la gente y el crecimiento obliga a rebasar los límites de la retórica con acciones que mejoren, de forma progresiva y tangible, la calidad de vida los ciudadanos.
Asimismo, expuso que las políticas públicas efectivas y el fortalecimiento de la institucionalidad tienen un costo que cada vez se hace más difícil de asumir.
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