Moscú. - Rusia acusa al ejército ucraniano de matar a 28 civiles en un ataque perpetrado contra una panadería de la anexionada región oriental de Lugansk y responsabilizó a Occidente de suministrar a Kiev el armamento para perpetrar esos “ataques terroristas” contra territorio ruso.
“Esta es una prueba más del carácter criminal del régimen de Kiev (…) y, como destacó el presidente ruso, Vladímir Putin, de que el Ejército ucraniano se ha convertido finalmente en una organización terrorista”, dijo María Zajárova, portavoz de Exteriores, en un comunicado.
A mediados de enero un ataque similar causó una treintena de civiles muertos y una veintena de heridos en un mercado de la capital de la región oriental de Donetsk.
Una panadería llena de gente
El ataque, efectuado supuestamente por Kiev con armamento occidental, provocó el sábado el derrumbe de un edificio de dos plantas que acogía una panadería en la ciudad de Lisichansk, que tenía unos 100.000 habitantes antes del inicio de la guerra.
En el momento del impacto del proyectil en la panadería se encontraban decenas de personas, entre trabajadores y clientes, que hacían cola a la hora de comer -en torno a las 15.30 hora local (12.30 GMT)- para recibir el pan.
Según las autoridades leales al Kremlin en Lugansk, el ataque contra el edificio, que también albergaba el restaurante Adriatic, fue efectuado con un misil HIMARS de fabricación estadounidense.
“Los efectivos de Emergencias salvaron a diez personas. Lamentablemente, 28 personas, incluido un niño, han muerto”, informó el Ministerio para Situaciones de Emergencia de Rusia.
Entre los muertos figuran 18 hombres, 9 mujeres y un niño, a lo que hay que sumar tres heridos graves que se encuentran en cuidados intensivos.
Las labores de rescate entre los escombros del edificio transcurrieron a lo largo de toda la noche y continuarán durante la jornada del domingo, por lo que no se descarta que aumente el número de muertos en las próximas horas.
El líder de la república popular de Lugansk, Leonid Pasechnik, que declaró el domingo día de luto en la región, aseguró en un primer momento que decenas de personas podrían haber quedado sepultadas en el edificio.
Moscú demanda una condena occidental
Al respecto, Zajárova exigió a las organizaciones internacionales una “condena incondicional” del ataque contra un objetivo civil, que tachó de “acción terrorista de los neonazis ucranianos”.
“Los ciudadanos de la Unión Europea (UE) deben saber cómo se usan sus impuestos. Con ellos compran mortíferos sistemas de armamento y se los suministran al régimen de Kiev, que con su ayuda asesina a civiles inocentes”, aseguró.
Zajárova agregó que el bombardeo de Kiev representa el “agradecimiento” ucraniano por la “generosa” asistencia de 50.000 millones de euros aprobada esta semana por la UE.
A su vez, llamó a los parisinos y romanos a imaginar que, “en vez de bollos frescos, a sus casas traen familiares asesinados o heridos por los terroristas ucranianos”.
Desde hace meses Moscú acusa a Kiev de cometer actos terroristas contra los territorios ocupados, lo que incluye a la península de Crimea, y su retaguardia, mientras insiste en que su aviación, artillería y drones no apuntan contra objetivos civiles en Ucrania.
A finales de enero Putin también acusó a Kiev de derribar con un misil Patriot de fabricación estadounidense un avión de transporte militar ruso Il-76 que transportaba 65 militares ucranianos para su canje.
Malas noticias para Kiev desde Washington
Mientras, después de la buena noticia que supuso que Bruselas desbloqueara la ayuda para Kiev, la Casa Blanca no ha podido lograr aún un acuerdo en la Cámara de Representantes estadounidense.
El presidente de la cámara, el republicano Mike Johnson, anunció el sábado que la próxima semana su partido presentará un proyecto de ley independiente de ayuda a Israel por valor de 17.600 millones de dólares.
La Casa Blanca, que había solicitado más de 60.000 millones de dólares en asistencia a Ucrania, describió esta legislación como una “cínica maniobra política”.
Su portavoz, Karine Jean-Pierre, aseguró que esa “estratagema (…) no ayuda en nada al pueblo de Ucrania a defenderse de la agresión de Putin”.