Redacción.- El príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán inicia el domingo en Pakistán una gira por tres países asiáticos de la que espera obtener jugosos contratos y demostrar que tiene un papel importante en la escena internacional, cinco meses después del caso Kashoggi.
El príncipe, apodado "MBS", llegará el domingo a la capital de Pakistán, donde permanecerá hasta el lunes.
La visita se produce en un momento de tensión regional, con India e Irán que acusan a Pakistán de estar implicado en atentados suicidas cometidos esta semana en sus países.
El príncipe viajará luego a India, donde se reunirá con el primer ministro Narendra Modi y acabará su gira en China el jueves y el viernes.
Dos cortas etapas previstas el domingo y el lunes en Indonesia y Malasia fueron anuladas el sábado, sin explicaciones.
La visita tiene lugar cinco meses y medio después del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, crítico con Bin Salmán, en el consulado saudita en Estambul.
Tras haber negado inicialmente el asesinato, Riad presentó varias versiones contradictorias y asegura ahora que Khashoggi fue asesinado en una operación no autorizada por el poder.
Turquía afirmó el viernes que todavía no había revelado todos los elementos de los que dispone sobre este caso, que suscitó una ola de indignación mundial y afectó a la imagen del reino saudita y a la del príncipe heredero.
- "No es un paria" -
Con esta gira, su viaje al extranjero más importante desde la cumbre del G20 en Argentina en diciembre, el príncipe "quiere demostrar que no es un paria internacional", dijo James M. Dorsey, analista de la Rajaratnam School of International Studies.
Se trata de aportar la prueba de que todavía "tiene acceso internacional y que puede operar (...) como el más alto representante de Arabia Saudita aparte del rey", añadió.
Li Guofu, especialista en Medio Oriente del China Institute of International Studies, vinculado al gobierno chino, estimó que el asunto Kashoggi sigue incomodando a los países occidentales.
"Pero no ir a Occidente no significa que no pueda ir a Oriente", explicó. "Los países asiáticos tienen una característica especial e importante: no interferimos en los asuntos internos de otros países".
El viaje tiene además una importante dimensión económica. "China es el mayor comprador de crudo saudita y sus otros clientes principales son todos asiáticos: India, Japón y Corea del Sur", explicó Dorsey.
"Asia es una fuente de inversiones en la energía y las infraestructuras del Golfo. Y el crecimiento futuro de la economía mundial se hará en Asia", insiste Karen Young, analista en el American Entreprise Institute.
Arabia Saudita no es la única afectada por este posicionamiento estratégico: así lo han elegido todas las petromonarquías del Golfo, precisa esta experta.
- Negociaciones con talibanes -
Pakistán, donde "MBS" iniciará su gira, espera que su viejo aliado le eche una mano a nivel económico. Podría ser bajo la forma de miles de millones de dólares en inversiones en una refinería y un complejo petrolero en el sur del país.
Su primer ministro, Imran Khan, ya viajó en dos ocasiones a Arabia Saudita desde su elección el verano pasado.
Además, la visita del príncipe a Islamabad podría coincidir con las posibles nuevas negociaciones entre los talibanes y Estados Unidos sobre Afganistán. Los talibanes anunciaron una nueva ronda de reuniones así como un encuentro con Imran Khan el lunes en la capital. Ni Washington ni Islamabad confirmaron sin embargo estas informaciones.
Arabia Saudita y Pakistán están muy implicados en estas largas negociaciones que buscan poner fin al conflicto en Afganistán. Pero por el momento no se sabía si "MBS" iba a participar en ellas el lunes.