Manila.- El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, aseguró que el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), la guerrilla comunista del país, estará derrotado para 2019 debido al aumento de las rendiciones de rebeldes tras la suspensión de las negociaciones de paz en junio.
"Creo que finalmente estamos ganando la guerra. Muchos frentes guerrilleros en Mindanao han caído", afirmó anoche Duterte en un encuentro con tropas en Isabela, una de las regiones del norte del país azotadas por el tifón Mangkhut.
Según los pronósticos del mandatario, la actividad de esa guerrilla de inspiración maoísta, entre las más antiguas de Asia, habrá terminado para el segundo trimestre del próximo año.
Al evento de anoche asistieron 85 exrebeldes del NEP y le mostraron a Duterte varias armas de fuego entregadas por éstos a la Fuerzas Armadas.
En su discurso, Duterte elogió la labor de la 5ª División de Infantería del Ejército, que opera en el norte de Luzón, por su "participación y esfuerzos incansables" en la lucha contra la amenaza de grupos armados.
"La presencia de los rendidos del NEP es una prueba de los logros de la 5º división y la determinación colectiva de restaurar la paz en nuestra tierra. Gracias a sus valientes esfuerzos, casi un centenar de rebeldes han optado por volver al redil de la ley", señaló Duterte.
Cuando asumió la presidencia en junio de 2016, Duterte expresó su voluntad de alcanzar la paz con los comunistas y en agosto de ese mismo año se logró un alto el fuego, roto en febrero de 2017 por tiranteces en la mesa de negociación.
Meses después las partes decidieron retomar los contactos y pocos días antes de una reunión programada en Oslo para el pasado 28 de junio de este año, Duterte anunció una suspensión temporal de los diálogos, a lo que los comunistas respondieron con la ruptura del proceso de paz.
El Gobierno ha dejado la puerta abierta a retomar las negociaciones, pero exige que se celebren en territorio filipino bajo la fórmula de "conversaciones localizadas" con las autoridades locales y regionales.
El fundador del proscrito Partido Comunista (PC), José María Sison -exiliado en Holanda desde hace más de tres décadas-, ha rechazado de plano esas opciones y ha acusado a Duterte de arruinar las posibilidades de paz.
El NEP, fundado en 1969 como brazo armado del PC, es considerado grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, y cuenta con unos 6.000 combatientes regulares para este conflicto que ha causado más de 40.000 muertes en cinco décadas.
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