Redacción.- Los palestinos aceptaron la madrugada del lunes un alto en fuego en la Franja de Gaza, indicaron dos responsables palestinos y uno egipcio tras un fuerte aumento de la tensión durante dos días, que despertó el fantasma de la guerra en el enclave.
No hubo ninguna confirmación del lado israelí, que normalmente evita corroborar este tipo de treguas.
Los disparos de cohetes palestinos y los ataques israelíes en represalia que sacudieron desde el sábado el enclave --atrapado entre Israel, Egipto y el mar Mediterráneo-- y las ciudades israelíes cercanas a Gaza cesaron antes del amanecer.
Tras dos días de tensión en los que murieron 23 palestinos y cuatro personas del lado israelí, el vecino Egipto, árbitro tradicional entre palestinos e israelíes en Gaza, logro un acuerdo de cese de las hostilidades que entró en vigor a las 4H30 (1H30 GMT), indicaron bajo condición de anonimato un responsable del movimiento islamista Hamás, en el poder en Gaza, y un responsable de la Yihad Islámica, segunda fuerza en el territorio.
También un funcionario egipcio bajo anonimato confirmó el acuerdo. Un portavoz israelí no quiso hacer comentarios al respecto.
Cientos de cohetes disparados por Hamás y la Yihad Islámica cayeron sobre Israel, que respondió con cientos de ataques contra objetivos y combatientes de esos dos grupos, provocando el peor acceso de violencia desde la guerra de 2014. Israel y Hamás han librado tres guerras desde 2008.
Según el responsable de la Yihad Islámica, el acuerdo alcanzado esta madrugada prevé medidas relativas a las zonas de pesca gazatíes en el Mediterráneo y una mejora del suministro de electricidad y combustible en el enclave, con dos millones de personas y duramente golpeado por las guerras, la pobreza y el bloqueo que Israel impone desde hace más de 10 años.
- "Apoyamos a Israel" -
Desde el sábado se dispararon desde Gaza unos 690 cohetes, de los que más de 500 alcanzaron el territorio israelí, y 35 cayeron en zonas urbanas, según un recuento del ejército israelí.
Este, por su parte, afirmó haber golpeado más de 350 objetivos de Hamás y la Yihad Islámica en toda la Franja de Gaza, apuntando sobre todo contra talleres de fabricación de cohetes, almacenes de armas, posiciones y bases militares, así como un túnel de la Yihad Islámica hacia Israel y edificios que alojaban oficinas de Hamás.
De los 19 palestinos muertos el domingo, al menos nueve fueron identificados como combatientes de Hamás y la Yihad Islámica.
Entre ellos figura Hamad al Jodori, presentado por el brazo armado de Hamás como uno de sus comandantes, en tanto que el ejército israelí lo identifica como un responsable de envíos de dinero iraní destinado a Hamás y la Yihad Islámica. El ejército israelí reivindicó abiertamente su eliminación deliberada.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había ordenado el domingo la continuación de los "ataques masivos" y el envío de refuerzos militares alrededor de la Franja de Gaza.
Por su parte, el presidente Donald Trump aseguró este domingo el total apoyo de Estados Unidos a Israel. "Una vez más, Israel enfrenta una serie de mortales ataques con cohetes por los grupos terroristas Hamás y Yihad Islámica. Apoyamos a Israel 100% en la defensa de sus ciudadanos", tuiteó Trump.
Poco después, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, anunció el despliegue en Oriente Medio del "portaaviones USS Abraham Lincoln y una fuerza de bombarderos al Comando Central estadounidense en la región", precisando que se trataba de un mensaje "claro e inequívoco" a Irán.
"Estados Unidos no está buscando una guerra con el régimen iraní, pero estamos completamente preparados para responder a cualquier ataque", dijo en un comunicado dirigido al régimen iraní, sin dar más detalles.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, había declarado la noche del domingo que era "posible un regreso a la calma" si Israel se compromete a mantener un "alto el fuego total". Si no, se corre el riesgo de "varios ciclos de confrontación", añadió.
- Crisis crónica -
La Franja de Gaza es escenario desde 2014 de repetidas escaladas de tensión, ante la ausencia de un reconocimiento de Israel por Hamás y de cualquier atisbo de solución al conflicto israelo-palestino.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, volvió a pedir el domingo una "contención máxima" y una "desescalada inmediata".
Por su parte, el movimiento libanés Hezbolá condenó "con fuerza la agresión sionista bárbara y continuada", y denunció en un comunicado "el silencio internacional y árabe".
El yerno y consejero de Trump, Jared Kushner, prometió recientemente que desvelará su plan de paz para la región tras el fin del ramadán, a inicios de junio. No se espera que sus propuestas hagan referencia a la creación de un Estado palestino que coexista con Israel, la llamada solución de dos Estados, defendida por la diplomacia internacional desde hace años.