San Juan, Puerto Rico. - El huracán Beryl alcanzó categoría 3 el domingo por la mañana, y los meteorólogos esperaban que se convirtiera en una poderosa tormenta de categoría 4 en su camino hacia el sureste del Caribe, que comenzó a prepararse entre peticiones urgentes de las autoridades de que la gente buscara cobijo.
Se activaron alertas de huracán para Barbados, Santa Lucía, Granada y San Vicente y las Granadinas.
“Es una situación muy grave la que se está planteando” para las islas de Barlovento norteñas, advirtió el Centro Nacional de Huracanes en Miami, que dijo que se esperaba que Beryl “traiga vientos que ponen en riesgo la vida y marejada ciclónica (...) como un huracán extremadamente peligroso”.
Beryl se convirtió el domingo en el primer gran huracán —de categoría 3 o más— documentado al este de las Antillas Menores en junio, según Philip Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
Beryl era apenas la tercera tormenta en alcanzar la categoría 3 registrada en el Atlántico en junio, después de Audrey en 1957 y Alma en 1866, según el experto en huracanes Michael Lowry. Ese fue el caso de Dennis y Emily en julio de 2005, indicó Klotzbach.
La madrugada del domingo, antes de que las autoridades actualizaran su categoría, el meteoro estaba unos 750 kilómetros (465 millas) al este-sureste de Barbados y se desplazaba al oeste a 33 kilómetros por hora (21 millas por hora) con vientos de 155 km/h (100 mph).
Había dos equipos de cazadores de huracanes camino de la tormenta para recabar más datos sobre su intensidad, según el Centro Nacional de Huracanes.
Se esperaba que Beryl pasara justo al sur de Barbados la madrugada del lunes y después entrara en el mar Caribe como un potente huracán con rumbo a Jamaica y más tarde a México.
Los meteorólogos advirtieron de una peligrosa marejada ciclónica de hasta 3 metros (9 pies) en zonas donde Beryl tocara tierra, con hasta 15 centímetros (6 pulgadas) de agua para Barbados y las islas cercanas.
Se formaron largas filas en gasolineras y tiendas de alimentación en Barbados y otras islas mientras la gente se apresuraba a prepararse para una tormenta que ha batido récords y ganado fuerza con rapidez para pasar de ser una tormenta tropical con vientos de 56 km/h el viernes a un huracán de categoría 1 el sábado, y categoría 3 el domingo.
Las aguas cálidas alimentan al sistema, y el contenido de calor oceánico en lo profundo del Atlántico es el más alto del que se tiene registro en esta época del año, de acuerdo con Brian McNoldy, investigador de meteorología tropical de la Universidad de Miami.
“Debemos permanecer atentos", dijo la primera ministra de Barbados, Mia Mottley, en un discurso público el sábado por la noche. “No queremos poner en peligro la vida de nadie”.
Había miles de personas en Barbados para asistir la final de la Copa Mundial de Críquet Twenty20, considerada el evento más importante del críquet. Mottley señaló que no todos los aficionados podían marcharse el domingo pese a que muchos se apresuraban a cambiar sus vuelos.
“Algunos de ellos nunca han pasado por una tormenta antes”, dijo. “Tenemos planes para cuidar de ellos”.
Mottley dijo que todos los negocios debían cerrar para el domingo por la noche y advirtió que el aeropuerto cerraría por la noche.
Por su parte, el primer ministro de Santa Lucía, Philip J. Pierre, anunció un cierre nacional el domingo por la noche y dijo que escuelas y negocios permanecerían cerrados el lunes.
“La preservación y protección de la vida es una prioridad”, dijo.
Los gobernantes caribeños no sólo están preocupados por Beryl, sino también por un grupo de tormentas eléctricas que siguen de cerca su trayectoria y que tienen un 70% de probabilidades de convertirse en depresión tropical a mediados de la próxima semana.
Beryl es la segunda tormenta con nombre en lo que se prevé será una temporada de huracanes muy activa, la cual se extiende desde el 1 de junio al 30 de noviembre en el Atlántico. Hace algunos días, la tormenta tropical Alberto tocó tierra en el noreste de México, generando intensas lluvias que provocaron el fallecimiento de cuatro personas.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos predice que la temporada de huracanes de 2024 será muy superior a la media, con entre 17 y 25 tormentas con nombre. Se prevén hasta 13 huracanes y cuatro huracanes de categoría 3 o mayor.
Una temporada promedio de huracanes en el Atlántico produce 14 tormentas con nombre, siete de ellas huracanes y tres huracanes de categoría 3 o superior.