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sábado 26 febrero, 2022

Comunidad científica conoce poco sobre subvariante BA.2 de ómicron

Información sobre subvariante BA.2 es incierta.
BA.2 recibió el apodo de “variante sigilosa” porque al principio, cuando el desafío para los investigadores era distinguir entre los casos de ómicron, delta y otras variantes, BA.2 no alertó sobre su presencia en muestras de pruebas de PCR positivas como sí lo hizo BA.1.

Redacción.- Con el enorme aumento de la variante ómicron en los casos de coronavirus, que ahora están disminuyendo en Estados Unidos y muchos otros países, últimamente han aparecido reportes en muchos medios de comunicación sobre una nueva versión de ómicron, una subvariante conocida como BA.2, potencialmente preocupante, y las amenazas que esta puede representar.

Estos son algunos puntos clave para entender a BA.2 y lo que sabemos hasta ahora.

No es nueva en realidad
En noviembre, poco después de que se detectara por primera vez la variante ómicron, los científicos descubrieron que se presentaba en tres variedades genéticamente distintas. Se centraron en BA.1, porque al principio esta subvariante era unas 1000 veces más frecuente que BA.2; la tercera subvariante era aún más rara. La primera que se desencadenó fue BA.1 y dio la vuelta al mundo, mientras que BA.2 tardó más en volverse significativa, pero ambas han estado en el radar de los científicos desde el principio.

Parece que es más fácil contraerla
Todos los tipos de ómicron son altamente contagiosos, razón por la cual la variante desplazó con rapidez a otras anteriores como delta y provocó un inmenso aumento de transmisiones en el mundo. Pero los estudios preliminares sugieren que BA.2 es incluso más transmisible que BA.1. Esta ya se ha convertido en la forma dominante de ómicron en algunos países y está ganando terreno en otros. Su transmisibilidad potencialmente mayor ha generado algunas preocupaciones de que BA.2 podría causar un nuevo pico o podría alargar el actual, pero aún no se sabe si es probable que eso suceda.

No parece ser más grave
Una característica crucial del aumento de ómicron ha sido que, si estás infectado con la variante, tus probabilidades de enfermar gravemente, ser hospitalizado o morir son mucho más bajas que con la variante delta o las anteriores. La investigación hasta el momento, incluido un nuevo estudio de Sudáfrica, indica que BA.2 no es diferente de BA.1 en ese aspecto.

Las vacunas existentes funcionan en su contra
Si bien se sabe que ómicron ha sido, por lo general, un poco más efectiva que otras variantes al causar infecciones en personas recién vacunadas, las vacunas aún brindan una protección sustancial contra la infección y una protección muy fuerte contra enfermedades graves. Las dosis de refuerzo hacen que la protección sea aún más robusta. Y una vez más, BA.2 no parece cambiar nada de eso: investigadores británicos descubrieron hace poco que las vacunas eran igualmente efectivas contra ambas subvariantes de ómicron.

La variante ómicron también ha sorteado, mucho mejor que otras variantes, la inmunidad natural adquirida con infecciones anteriores, y se han planteado algunas preocupaciones de que BA.2 podría hacer eso a las personas que contrajeron BA.1 en la ola de ómicron. Si bien se han reportado tales reinfecciones, hasta ahora han sido extremadamente raras incluso en países donde ahora prevalece BA.2.

El apodo de “variante sigilosa” está desactualizado
BA.2 recibió el apodo de “variante sigilosa” porque al principio, cuando el desafío para los investigadores era distinguir entre los casos de ómicron, delta y otras variantes, BA.2 no alertó sobre su presencia en muestras de pruebas de PCR positivas como sí lo hizo BA.1.

Esto debido a una mutación que ocultaba uno de los tres genes reveladores del coronavirus que detectan las pruebas. Sin embargo, ahora que la gran mayoría de las pruebas positivas abarcan a la variante ómicron, la mutación que falta puede hacer que BA.2 sea desde luego poco sigilosa, destacándose de los casos de BA.1 en las pruebas de PCR.

 

 

 

 

 

Por La Redacción
Fuente: Carl Zimmer y Patrick J. Lyons
The New York Times

 

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