Madrid, España.- "Emocionada" por la acogida del público a la última y esperada gira de reunión de las Spice Girls, Melanie C reivindica la importancia histórica de aquella banda femenina que rompió récords y moldes en los años 90 y tras la que se convirtió en la exintegrante con una carrera musical más sólida.
"Nunca, de ninguna manera (me arrepentí de ser parte de las Spice Girls). Como todo el mundo en esta vida, tuve mis altos y bajos, pero me siento muy agradecida por aquella etapa y porque me permitió seguir después con este sueño de la música", certifica la intérprete y compositora en una entrevista con Efe.
Pese a su breve período de vida que apenas excedió la segunda mitad de los años 90, Spice Girls vendieron más de 85 millones de copias de sus álbumes para convertirse en la banda femenina de mayor éxito de todos los tiempos con éxitos como "Wannabe".
"Hay muchas jóvenes artistas de ahora que en su momento fueron seguidoras del grupo y eso nos enorgullece. Siento que ayudamos a las mujeres a conseguir sus metas en la industria musical en la medida en que probamos que se podía conseguir", valora Melanie Chisholm (Whiston/Lancashire, 1974).
Lo que parecía una aventura efímera, una operación de márketing bien dirigida con cinco chicas y personalidades contrastadas de manera más o menos artificiosa se convirtió en una historia que, cada cierto tiempo, regresa a la vida en medio de una gran expectación.
"Nos hemos dado cuenta del impacto que tuvimos en las vidas de mucha gente, por eso es casi una obligación volver a brindarles estos momentos", señala la artista.
Lo dice poco antes de reconocer que tuvo sus reservas al último reencuentro para celebrar una gran gira por Reino Unido e Irlanda junto a tres de sus cuatro excompañeras, con la única ausencia de Victoria Beckham.
"Por supuesto que tuve dudas. Los tiempos cambian, las personas cambian y lo último que habíamos hecho juntas fue lo de los Juegos Olímpicos, que resultó algo increíble. Estaba asustada de no hacer algo tan grande como aquello", confiesa.
La respuesta, sin embargo, volvió a ser un éxito de masas que congregó a cerca de 700.000 espectadores en solo 13 conciertos.
"Estábamos muy entusiasmadas con los shows, pero no podíamos imaginar esa reacción por parte del público, mucho más de lo que esperábamos", concede.
Finalizada la gira, vuelve a ser Melanie C, lo cual no es poco, pues construyó una trayectoria personal sólida y registros también de vértigo, como los 20 millones de discos vendidos durante esta etapa, con 12 números 1 en su país que la convierten en la británica que más veces ha alcanzado esa posición en listas.
"Cada una de nosotras teníamos nuestros intereses definidos. En el caso de Victoria, por ejemplo, estaba la moda. Para mí siempre fue la música, que es mi pasión", destaca Chisholm, antes de subrayar que, cuando eso pasa, "surgen presiones de uno mismo y de los medios, especialmente cuando eres joven y vulnerable".
Fundamental en la transición, afirma, fue su colaboración con el canadiense Bryan Adams, al que conoció circunstancialmente en un hotel de Los Angeles y con el que terminó cantando su primer tema fuera de las Spice Girls, "When you're gone".
"Fue muy importante para mí, porque me dio el coraje para iniciar mi carrera en solitario", recuerda ahora, más de 20 años después, en los que lanzó siete discos de estudio, desde el exitoso "Northern star" (1999) hasta "Version of me" (2016), los dos de los que más orgullosa se siente junto con "The sea" (2011).
Un impás crucial fue la creación de su propio sello discográfico, Red Girl Records, para el lanzamiento de "Beautiful intentions" (2005), supuestamente para incrementar su parcela de libertad creativa, aunque ella asegure que nunca se ha sentido constreñida.
"Nunca lancé algo con lo que no me sintiera cómoda o que supusiera hacer concesiones en lo artístico. Hay pocos artistas que puedan decirlo, por lo que me considero muy afortunada, especialmente con las chicas. El éxito llegó muy pronto y la discográfica nos dio libertad para hacer lo que quisiéramos", dice.
Convertida en un símbolo para el público homosexual junto al resto de sus excompañeras, puede que incluso más por proyectar una imagen de mujer fuerte, deportista y despreocupada por los cánones de la belleza neumática o delicada, actúa este viernes como gran estrella musical del Orgullo de Madrid.
Inevitable preguntarle por las recientes declaraciones de la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, quien habló de estas fiestas como "un espectáculo que denigra a los homosexuales" con actitudes indecorosas, por lo que recomendaba el traslado de su celebración fuera del centro de la ciudad.
"Me recuerda a Sao Paulo, donde tienen un presidente de extrema derecha. Yo estoy muy orgullosa de ir a Madrid a ondear la bandera gay para apoyar a toda la comunidad", proclama antes de agradecer el tesón de sus seguidores españoles y anunciar que podría interpretar allí alguno de los temas que tiene listos para su próximo disco.