Santo Domingo.- El artista dominicano Hugo Rafael Suriel (HR Suriel) inauguró su gran exposición individual en la Galería Nacional de Bellas Artes, dependencia del Ministerio de Cultura (MINC), titulada “Casa balística”, conformada por obras de grandes y medianos formatos e instalaciones.
Las palabras de bienvenida fueron pronunciadas por Milagros Germán, quien fungió como maestra de ceremonias; seguidos de los discursos de Odalís G. Pérez, investigador, educador y crítico de arte; e Inés Tolentino, en representación de Marianne de Tolentino, directora de la Galería Nacional de Bellas Artes y curadora de la muestra.
Al referirse a la exposición, Pérez explicó que “Casa balística es un cuadro-poema de la ultramodernidad que anuncia aquellas zonas inconscientes, reales e irreales del ser que ve, pronuncia y propicia HR Suriel desde su espacio imaginario”.
Agregó que “la mirada transgresora del artista alcanza críticas horizontales y verticales de creación visual, allí donde el ojo y la mano testimonian cada signo, cada falta, cada trayectoria de la imagen apocalíptica y postapocalíptica”.
Mientras Tolentino, directora de la Galería, manifestó que HR Suriel construye un conjunto pictórico descomunal, un monumento creativo en apariencia inmediatamente legible, pero cuya gran complejidad interpretativa que pronto percibimos.
“No sólo él cambia la escala, sino la eleva a una dimensión alegórica, el espacio se anima de personajes y/u objetos, el lienzo vacío y desalmado se convierte en una atmósfera real-simbólica, poblada de signos, de figuras, de letras, de cifras, de firmas, de mensajes. Curiosamente irradiante, la sombra inunda el interior, una corporeidad o varias se implantan, un protagonista se hinca emblemáticamente, una máscara protectora va y viene”, sostuvo.
Sobre su pintura, manifestó que “el artista es desafío permanente. La provocación irrumpe, castigando pictóricamente fallos y vicios de la sociedad. No obstante para asombro nuestro, de repente se desliza la ternura, familiar y cercana, en el rostro infantil del sobrino y la cara noble de la abuela”.
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