Redacción.- Hablar de Sean “Diddy” Combs no es solo hablar de las diversas acusaciones que sigue acumulando cada semana, sino también de sus famosas “Fiestas Blancas”, también llamadas “Freak Offs”.
Mucho se ha especulado sobre la locura que se desataban en aquellas celebraciones del rapero y, como si el morbo que ahonda en esta situación no fuese ya suficiente, ahora ha surgido un nuevo informe que detalla una lista de requerimientos para las mujeres que querían asistir a estos eventos.
De acuerdo con una fuente anónima consultada por The New York Post, quien organizó eventos para el artista en 2004 y 2005, Combs establecía requisitos físicos para las mujeres invitadas, limitando su peso a 140 libras (63,5 kg). “Si era necesario, se hacía un pesaje”, indicó la fuente.
“Las chicas debían ser jóvenes y atractivas, así que siempre tenía una báscula en mi auto por si necesitaba verificar”, especificó el informante. “El número era 140 libras, pero si una chica era muy alta, había un poco de flexibilidad”, continuó detallando el hombre.
La fuente añade que Combs exigía una apariencia física específica para las asistentes, con la instrucción de no tener “flacidez, ni celulitis, sin excesivas perforaciones o tatuajes y sin cabello corto”. Además, las mujeres debían cumplir con un estricto código de vestimenta que no era negociable.
“Sin pantalones. Sin jeans. Sin zapatos planos. Cada chica tenía que usar un vestido de fiesta, preferiblemente muy corto, lo suficiente para cubrir el trasero, pero no más largo que la mitad del muslo. Escote a la vista. Y todas debían llevar tacones de aguja sin excepción”, continuó especificando la reportera anónima.
De acuerdo con la fuente, en ese momento no se cuestionaba la edad de las asistentes, lo que ella atribuyó entonces a la legislación sobre el consumo de alcohol. “No preguntábamos, no decíamos nada. En ese momento, yo también era muy joven y honestamente pensaba que no preguntábamos la edad de las chicas por las leyes de bebidas alcohólicas”, explicó.
Asimismo, la fuente declaró que ella nunca permaneció durante las “Freak Offs” de Sean Combs y que, a pesar de estar lo suficientemente involucrada como para saber todos estos detalles, “no tenía idea de que esas chicas estaban allí para tener relaciones sexuales con la gente”.
Otra fuente, una bailarina que participó en una fiesta posterior a los MTV Video Music Awards de 2005 organizada por Combs, relató que le ofrecieron USD $250 dólares por su actuación en el evento principal, pero recibió una oferta adicional de USD $1,000 dólares para acudir después a la residencia del artista y seguir “bailando”.
La mujer, que entonces tenía 20 años, mencionó que “parecía algo sospechoso”, por lo cual decidió no asistir. Sin embargo, comentó que otras chicas sí aceptaron la oferta, aunque luego no hablaron sobre lo que ocurrió en el lugar, pues como se sabe, estas fiestas eran bastante exclusivas.
Según The New York Post, los periodistas han tenido acceso a más de dos docenas de vídeos de estas fiestas en las que se ven escenas de sexo explícito, aparentemente filmadas en las reuniones que Combs realizaba en fechas relacionadas con eventos de gran alcance, como el Super Bowl y otras entregas de premios musicales.
En una de las grabaciones, parece que el propio ‘Diddy’ participa en las actividades, sosteniendo la cámara mientras, presuntamente, mantiene relaciones sexuales con una mujer. Estas acusaciones se suman a una serie de denuncias recientes en las que se señala al artista por abuso sexual y explotación de menores.
Dentro del grupo de numerosas demandas, una mujer alega que fue violada por Combs y una celebridad femenina cuando tenía 13 años, tras los MTV Video Music Awards de 2000 en el Radio City Music Hall de Nueva York. Además, el abogado Tony Buzbee, basado en Texas, ha informado de una nueva ola de acusadoras, entre ellas una que afirma que fue víctima de abuso sexual por parte de Combs cuando tenía solo 9 años.
Las autoridades alegan que estos eventos eran elaborados “performances sexuales” que Combs organizaba, dirigía y, en muchos casos, grababa.
Para asegurar la participación en las “Freak Offs”, según los documentos judiciales, Sean utilizaba “la violencia y la intimidación, aprovechando su poder sobre las víctimas, un poder que obtenía mediante el suministro y distribución de drogas a ellas”.
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