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domingo 23 diciembre, 2018

Escritora Ángela Hernández amenazada por ultranacionalistas

Entre las organizadoras que se manifestaron este domingo que integran una coalición y que exigen se deporten a todos los nacionales haitianos, estuvieron el Movimiento Patriótico por el Cambio, No Tenemos Miedo RD, Toy Cansao, Alfa, Antigua Orden Dominicana y Oleada del Chaleco Amarillo.

Redacción.- "A ti hay que fusilarte", "traidora", fueron algunas de las amenazas que repetían “una y otra vez” los miembros de organizaciones que se han creado para rechazar la presencia haitiana en el país a la ganadora del Premio Nacional de Literatura del 2016, Ángela Hernández.

En una denuncia, a través de su cuenta de Facebook, Hernández dice que todavía tiembla por las advertencias de los que se manifestaron este domingo en el Parque Mirador Sur.

“Aún tiemblo. Y no sé si es indignación o rabia, porque miedo no es”, agrega Álvarez.

Hernández dice que momento antes de la manifestación de los ultranacionalistas “escuchaba a los ruiseñores con los ojos cerrados y el corazón abierto a tanta belleza, a tanto esplendor de este domingo vísperas del nacimiento de Jesús” y que retornando de su caminata, observó a los grupos de policías y al desfile de gente vistiendo chalecos amarillos y que se acercó a escuchar “sus consignas rebosantes de un odio irracional”.

“Confieso que no logré contenerme. Les grité: ¡fascitas! ¡anticristianos! ¡alumnos de Hitler! Me fotografiaron, me grabaron, yo seguí. Y cuando uno se me aproximó diciéndome: "A ti hay que fusilarte!, abrí los brazos y le grité: Ven, fusílame. Se me aproximaron muchos, hombres y una mujer, gritándome: "Traidora", "A ti hay que fusilarte".

Entre las organizadoras que se manifestaron este domingo que integran una coalición y que exigen se deporten a todos los nacionales haitianos, estuvieron el Movimiento Patriótico por el Cambio, No Tenemos Miedo RD, Toy Cansao, Alfa, Antigua Orden Dominicana y Oleada del Chaleco Amarillo.

También este domingo, los migrantes haitianos y sus descendientes en el país tenían programado realizar una manifestación de agradecimiento a República Dominicana por acogerlos y decidió no llevarla a cabo por las amenazas que recibieron, sobre todo en las redes sociales.

Denuncia íntegra de Ángela Hernádez
“A ti hay que fusilarte”, me acaban de gritar una y otra vez. “Traidora”, me repetían”. “Fusilarte”. “Tú no eres dominicana”. “Traidora”. “Hay que fusilarte”. Aún tiemblo. Y no sé si es indignación o rabia, porque miedo no es. Un rato antes, escuchaba a los ruiseñores con los ojos cerrados y el corazón abierto a tanta belleza, a tanto esplendor de este domingo vísperas del nacimiento de Jesús.

Caminando, respondía el “buenos días” de otros caminantes. A veces, el saludo es un intercambio de miradas. Una sonrisa. Por entre los árboles contemplé el mar, en donde aún me parecía que el sol seguía durmiendo porque las aguas se habían transformado en un pulido manto de plata. Retornando de mi caminata, observé grupos de policías y a sus vehículos, incluyendo una cárcel con ruedas (muchos ya estaban allí cuando llegué). Vi la bandera dominicana. A un desfile de gente vistiendo chalecos amarillos. ¿Celebraban la Navidad? ¿Alguna fiesta? Me acerqué. Al escuchar sus consignas rebosantes de un odio irracional, confieso que no logré contenerme. Les grité: ¡fascitas! ¡anticristianos! ¡alumnos de Hitler! Me fotografiaron, me grabaron, yo seguí. Y cuando uno se me aproximó diciéndome: “A ti hay que fusilarte!, abrí los brazos y le grité: Ven, fusílame. Se me aproximaron muchos, hombres y una mujer, gritándome: “Traidora”, “A ti hay que fusilarte”, etc.

Tal vez solo debí contemplarlos. Tenerles pena a su ideología emponzoñada, pero sentí que dentro de mí estallaban las palabras. Estaba sola frente a ellos y a los silenciosos agentes de la PN. Sin embargo, solo sentía coraje. Nada de temor. Si el siglo XX no nos enseñó suficiente sobre el odio, si el horror de las “limpiezas étnicas” no nos enseña nada, entonces tendría que creer que la violencia de la estupidez será la peste, el monstruo que destruirá a la vida humana tal como la conocemos. Y me niego mil veces a creer eso. Cada día descubro un millón de razones para vivir. Mi fe me la inspira el primer y más trascendente de los mandamientos: Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo. La canción nueva que circula por nuestro mundo desde el nacimiento de Jesús es la canción del amor. Y es con el amor como espíritu, energía y emblema que debemos buscar soluciones a todos los conflictos.